[ Oct.2016 ] Al día siguiente, después del día de turismo completo en Boston, USA, estaba lloviendo.
Llovió todo el día.
Aunque aparentemente para la gente local, fue una lluvia bienvenida, porque se necesitaba.
Había algunas compañías que llevaban unos autobuses «sube y baja» con la capacidad de subir y bajar a voluntad propia, que circulaban por toda la ciudad, así que decidimos coger uno.
Y encontramos un gran problema.
No pude entender a la mujer que vendía los tickets para el autobús y tampoco la información que nos intewntaba facilitar el conductor de este.
He estado viviendo en Reino Unido durante mucho tiempo, así que puedo manejar la mayoría de las cosas en inglés, pero fue muy difícil para mí comprender el desconocido inglés americano.
Después, un amigo que ha estado viviendo en Nueva York, durante mucho tiempo, trato de animarnos, diciendo: “Es difícil acostumbrarse al acento particular de Boston”.
Así que al final cogimos el carrito, aunque no podíamos entender lo que estaba diciendo.
Lo único que aprendí, fue que los famosos Dunkin Donuts iniciaron en Boston.
El tour incluía también un viaje en barco por el puerto, así que nos bajamos en el puerto.
Tuvimos que esperar el barco durante un buen rato, así que nos tomamos por primera vez un Macchiato de Starbucks, que estaba situado en el propio edificio del puerto.
Para mi sorpresa nos sirvieron unas copas grandes, con una especie de leche de color pálida.
Me pregunte si mi marido no pudo hacerse entender en lo que pidió.
O ¿Los americanos piensan que eso es un Macchiato?
Hay muchos Starbucks en Reino Unido también, pero nunca hemos estado allí.
Después de aquello, subimos al barco y fuimos alrededor del puerto, pero debido a la lluvia, no pudimos ver mucho.
Me quede impresionada, con la información sobre los apartamentos que estaban enfrente del puerto, cuestan dos millones de dólares cada uno.
De todos modosm, este fue un día de mala suerte, obviamente.
Cuando nos dirigíamos en taxi hacia el restaurante que figuraba en nuestra guía turística, nos enteramos con que había sido cerrado.
Y el restaurante de nuestra segunda opción, estaba lleno.
Así que tuvimos que caminar por la lluvia y al final fuimos a un enorme restaurante, que pertenece a la cadena llamada: Legal Sea Foods.
También estaba lleno de gente y tuvimos que esperar alrededor de una hora.
Tan solo tuvimos que ser pacientes aquel día.
Afortunadamente los alimentos que comimos, el clam chowder local, y el plato de pez espada estaban muy ricos, aunque el vino Riesling era un poco demasiado dulce.