[Ago.2009]En Atenas, Ciudad Capital de Grecia, fuimos al Acrópolis como todos los demás.
Desafortunadamente, el recuerdo más claro que tengo del Acropolis no es de la ruina en sí, sino el hecho de que casi nos convertimos en víctimas de un carterista.
Una pareja que simulaba turistas estiró una mano hacia mi bolsillo donde estaba asomando mi cartera.
Me di cuenta de que justo a tiempo.
Después de eso, en un restaurante intentaron hacernos pagar de más por lo que habíamos pedido, y cuando fuimos al puerto, estábamos casi rodeados por un grupo de personas bastante sospechosas.
Afortunadamente, no obtuvimos daños reales, pero Atenas me dio la impresión de que es una ciudad estresante que explota a los turistas, aunque el turismo es su gran fuente de ingresos.
En aquellos días, el tema de la deuda pública no era tan serio como ahora.