[ Nov. 2013 ] En el tercer día en Roma, visitamos el Castillo del Santo Ángel (Castel Sant’Angelo).
Había estado aquí antes con mis padres, y me sentí familiarizada con la oscura escalera y la cafetería en la parte superior.
Por otro lado, no recordaba las vistas desde la azotea o las habitaciones preciosas del interior, que me supusieron una grata sorpresa.
Se le llama «Castillo», pero originalmente fue construido como un mausoleo por Adriano en la antigua Roma.
La ceniza de algunos emperadores se guardaba allí hasta el siglo III.
En la Edad Media, los Papas lo utilizaban como fortaleza o castillo.
Era domingo y podíamos ver desde la azotea como mucha gente se dirigía hacia St.Peters en el Vaticano para escuchar al Papa actual.
Por cierto, la admisión a este castillo era cara, valía 10,50 euros.