[ Sept.2015 ] Desde el Castillo de Moritzburg en Sajonia, Alemania, cogimos un taxi para llegar a Radeburg.
Esta ciudad es la última parada de la locomotora de vapor, pero el tren no era tan frecuente.
Después de llegar en Radeburg, fuimos a un restaurante del hotel que el conductor de taxi nos recomendo.
Era uno de esos restaurantes locales que los extranjeros nunca van y nos tuvimos que comunicar por gestos, menos mal que era una mujer joven y enseguida nos entendió.
Elegí un menú por pura conjetura y me sirvieron un plato de lengua de buey, que estaba muy bueno.
Parecen comer lengua bastante a menudo por allí.
Mientras estábamos comiendo, yo estaba leyendo nuestra guía turística, entonces me di cuenta que había cometido un error.
La ciudad que es famosa por la producción de vino y que tiene varios museos no era Radeburg, sino Radebeul, que estaba en la estación de partida del tren de vapor.
Bueno, este tipo de desperdicio solo ocurre cuando viajas al extranjero…
Así que caminamos por esta pequeña y tranquila ciudad y volvimos a Dresden en autobús.