[ Julio 2016 ] Fuimos a un restaurante llamado “3 Pavaru Restaurant” que estaba recomendado en un sitio web japonés. Me sorprendí al ver el ambiente tenía mucho estilo y el personal era pretencioso.
Parecía que pensasen que esa actitud era genial. Cuando nos sentamos en una mesa, una hoja de papel blanco fue puesta encima de la mesa, y una mujer la cual parecía ser la chef, nos distribuyó alrededor de 5 diferentes tipos de salsas en la parte superior del papel, mientras nos decía cómo fueron elaboradas.
Nos sirvieron también pan fresco, que nos lo comimos untando en las salsas.
Seguramente, pareció que estábamos desconcertados.
Me pedí un plato de vientre de cerdo como principal, el cual llevaba una gran cantidad ingredientes, incluyendo una semilla que podría ser mijo.
Seguramente era un plato elaborado, el pollo que pidió mi marido estaba muy sabroso, también.
Tuvimos un postre de pera, desafortunadamente, aunque se supone que son expertos en servir alimentos, no sabían lo básico, se sirve el café antes del postre y el café era demasiado malo como para que me lo pudiese beber.
Fuimos allí poco después de visitar el Mercado Central, donde pudimos captar una visión de la vida común de la ciudad. Me sentí un poco vacía, cuando estas pretenciosas camareras regresaran a sus casas, podría ser que sus madres les estuvieran esperando como las Matrioskas del Mercado Central.
