[ Octubre.2017 ] Solferino, un pueblo de Milán, en Italia, al que fuimos a pasar el día, es famoso por una batalla.
El 24 de junio de 1859, durante la guerra entre Austria y las fuerzas aliadas de Italia (Reino de Cerdeña) y Francia, las tropas de ambos bandos se encontraron alrededor de Solferino sin saber que estaban allí precisamente, y comenzaron la gran batalla.
Debido a que no ésta estaba bien planificada y el número de muertos y heridos fue enorme, y también porque se trataba de una batalla decisiva para la guerra en sí misma, todos los libro de texto de historia en Europa mencionan los hechos ocurridos en esta batalla.
En el camino desde la plaza donde está el ayuntamiento hasta la iglesia de San Pietro, que es el osario, había placas empotradas en el suelo que explicaban la historia de la batalla.
Mi esposo murmuró «Los niños aquí deben crecer siempre escuchando las historias sobre la Batalla de Solferino» lastimosamente.
Debido a que esta ciudad no tiene nada más, la Batalla está por todos lados.
La avenida hacia la iglesia era solemne.
Llegamos a la iglesia y descubrimos que el exterior de ella era normal, pero una vez que entramos, nos quedamos boquiabiertos por la sorpresa.
Más allá de la cortina que estaba cubierta como escenario, había una pared llena de calaveras.
Y justamente entraba un rayo de sol en el.
Recientemente vimos capillas de huesos en Portugal y en la República Checa, pero esta era diferente.
Los cráneos y otros tipos de huesos estaban separados y de manera muy bien organizados.
Resulta que los huesos eran de los 7.000 soldados que murieron durante la Batalla.
En aquellos días no se podían sacar los huesos de la tumba hasta 10 años después para evitar los problemas de higiene, este osario fue construido en 1870.
Al mirar estas calaveras, pensé que era más significativo que estuviesen allí y seguir contando la historia a las generaciones futuras que convertirse en cenizas y olvidarse de todo.
Supongo que todos esos cráneos eran hombres, porque eran soldados del siglo XIX.
Después de esta iglesia, subimos a la colina hacia una torre llamada Rocca.
Rocca es el punto más alto de la zona y fue estratégicamente importante, así que en la Batalla, lucharon también en la parte de la torre.
Rocca es mucho más antigua, construida en el siglo XI.
En 2011, como parte de los eventos para el 150 ° aniversario de la unificación de Italia, lo convirtieron en un museo.
Dentro, había una suave pendiente, por la que pudimos subir a la cima, mirando algunas exposiciones y videos sobre la Batalla.
En la cima de la torre, la vista era agradable y había un monumento que mostraba cuántos soldados italianos y franceses murieron durante la Batalla.
Otro punto importante es que la Cruz Roja nació debido a esta Batalla.
El suizo, Jean-Henri Dunant, vio la batalla con sus propios ojos y, sorprendido, escribió un libro que insistía en la necesidad de una organización para ayudar a los soldados heridos, independientemente de los Estados, y que condujo a la fundación de la Cruz Roja.
Al viajar, los retazos que aprendimos en el colegio hace mucho tiempo se unen en tu cabeza y se vuelven realistas, lo cual es realmente interesante.