[ Oct.2016 ] En Nueva York, subimos al Empire State Building.
Era la tercera vez para mi en realidad, pero mi marido, que era la primera vez que visitaba Nueva York e incluso EE.UU, quería ir allí, así que nos habíamos preparado y habíamos comprado los billetes de antemano por internet.
Pero cuando llegamos allí, dudamos, ya que miramos hacia arriba, y no se podía ver la parte superior del edificio, porque estaba difuminado por las nubes.
Ese día no estaba lloviendo exactamente, pero era un día nublado y muy oscuro.
Por otro lado, debido a ese tiempo, no había tanta gente y pusimos subir sin esperar.
Pero por supuesto, la vista era muy sombría también.
Algunos edificios estaban escondidos por las nubes.
Habíamos comprado las entradas al piso superior, 102, así que subimos y también vimos las vistas grises a través de las ventanas.
Arriba estabamos sólo cuatro personas, nos hallábamos a 381 metros sobre el nivel del suelo.
La construcción de este edificio histórico comenzó en 1929 y terminó en 1931.
Fue el edificio más alto del mundo hasta 1972, cuando se construyó The World Trade Center.
Luego en 2001 The World Trade Center fue destruido por terroristas, y el Empire State Building se convirtió de nuevo en el más alto de Nueva York.
Pero ahora One World Trade Center es el más alto de la ciudad.
Pensando en ello, la primera vez que visite aquel lugar, ví la vista con las Torres Gemelas del World Trade Center, la segunda vez, vi la vista sin las Torres Gemelas, y esta vez con el One World Trade Center, así que de hecho ví tres ligeramente diferentes puntos de vistas.
También fue interesante para nosotros ver aquel edificio como el modelo de arquitectura estalinista, que aprendimos un mes antes en Polonia.
Después de pasar suficientemente tiempo allí, bajamos a la tienda de recuerdos del edificio.
Allí compramos nuestra foto, que nos la hicieron antes de subir al observatorio, y una camiseta.
Nos hemos dado cuenta que en los lugares turísticos, es más agradable hacer algo turístico, en vez de verlo cínicamente. Como el hombre que estaba en el mostrador me miró y me sonrió como si me dijera: “¿De verdad vas a ponerte esta camiseta?
Cuando salimos del edificio, nos encontramos con que estaban haciendo una especie de festival polaco.
Los inmigrantes polacos que vivían en EE.UU estaban desfilando.
Lejos de su patria, me imagino que se unen más firmemente.
Aunque, aquellos pequeños niños polacos en sus trajes tradicionales debían hablar inglés con el fuerte acento americano.