[ Ago.2015 ] La razón por la que no me pude terminar el pastel tradicional de Kurort Rathen en el área de Suiza Sajona en Alemania, no sólo fue porque no estuviese bueno, sino que cuando puse mi tenedor sobre el pastel, una abeja vino y se sentó allí encima.
Había muchas abejas volando por los alrededores, así como en Dresde.
De hecho había abejas posadas en los pasteles en una cafetería de Dresden, pero el personal no le importó.
Si a los alemanes, que son los más débiles no les importa, tal vez no haya daño.
Después de salir de la cafetería y volver a la parada de autobús, nos ocurrió un incidente.
Era un día caluroso y yo llevaba puesto un vestido de algodón.
Una abeja traviesa entró en por la zona de mi falda y al verla me entró mucho pánico, por lo que me picó en la pierna.
Fue muy doloroso.
Aquel mismo día yo tenía dolor de espalda, así que tuve que soportar doble dolor.
En japonés cuando queremos hacer referencia al refrán «Las desgracias rara vez vienen solas», decimos «Una abeja pica en el rostro que llora» y realmente eso sentí.
El agudo dolor me duró hasta la mañana siguiente, pero después de eso poco a poco desapareció.
Fue una molestia para mí, pero el hecho de que hay tantas abejas allí significa que la condición del ambiente es buena, ¿No?