[ Sept.2018 ] En Akita, Japón, visitamos el Parque Senshu.
Este parque fue construido al lado del castillo Kubota, donde la familia Satake solía vivir. Satake Yoshinobu era el señor feudal de Akita.
El castillo fue construido en 1604 y se incendió en 1880.
El parque perteneció a la familia Satake hasta 1984 y fue operado por el gobierno local, de acuerdo con la información en internet.
Por deseo del último Satake, ahora el parque es propiedad de la ciudad de Akita.
La fosa que rodea el parque estaba llena de loto, lo cual era muy lindo así que sacamos muchas fotos.
Encontramos una mujer vendiendo helado «BabaHera» bajo una sombrilla.
Baba significa mujer vieja en japonés y hera significa paleta.
El nombre viene porque las mujeres de mediana y tercera edad hacen helados con forma de rosa con una paleta.
Es una especialidad de Akita, y según la mujer, fue nombrado así por unos estudiantes de colegio secundario.
Pensé que eran trabajadores independientes pero al parecer pertenecen a una compañía de helados.
Comienzan a trabajar luego de ser entrenados.
La ropa que tenía puesta era el uniforme.
Trabajan de marzo a octubre y están libres en el invierno, con excepción de algunos eventos en noviembre.
La señora dijo que nadie sabe quien o cuando comenzaron este negocio, pero está hace décadas.
Ella tiene 20 colegas en a misma empresa y hay 5 empresas que compiten entre sí.
Compramos un «BabaHera» y su sabor era suave, estaba entre un helado y un sorbete.
Luego fuimos al Parque Senshu y encontramos una jaula con perros akita.
Es una atracción, «Dejanos tocar los perros akita».
En la jaula estaba acostada Hanako, la perra akita.
Me sorprendió ver lo grande que era.
El dueño estaba allí y nos dijo «Así acostada parece cansada, pero es algo temporario. Cuando vamos de paseo tiene una gran energía».
Como ella corre rápido, él usa una motocicleta cada vez que la saca de paseo.
Él tiene una jaula en la casa también.
Como los perros akita son grandes (entre 30 y 60kg y entre 60 y 70cm) se necesita un gran espacio para tenerlos.
Así que es poca la cantidad de gente que tiene perros así hoy en día. De acuerdo con el señor hay solo 2.000 perros en Japón.
El famoso perro, Hachiko, que esperaba a su dueño en la estación Shibuya en Tokio, aun después de haber fallecido, era un akita.
De acuerdo con la información de internet, los akita son muy fieles a su dueño pero le ladran e incluso muerden a otras personas.
De hecho una amiga mía de Londres fue mordida recientemente por un perro akita.
Cuando me enteré de eso recordé a Hanako y me sentí triste.
En el parque había algunos hombres que eran guías voluntarios.
Nos hubiese encantado tener mas tiempo y pedirles que nos guíen.