[Nov. 2009] El día que visitamos San Marino, el quinto país más pequeño del mundo, comí un delicioso almuerzo Cappelletti y salí y descubrí que la niebla se había despejado y el cielo era de un azul profundo.
Sin embargo, el mundo inferior estaba en las nubes.
Parecía que estábamos en un mundo que estaba completamente separado de todo, y me preguntaba si la gente se imagina que el paraíso sea así.
Era mi primera vez en San Marino, pero mi esposo, que me había visitado muchas veces por motivos de trabajo y vacaciones, dijo que era la primera vez que veía este paisaje.
Aparentemente el sitio se llenaba de gente en verano, pero era un día al final de noviembre, así que estaba todo muy tranquilo.
San Marino es famoso por las ruinas de sus castillos, que se encuentran en la cima de una colina con una peculiar forma a triángulo.
No lo supe hasta que fui allí, pero había tres torres.
Son fortalezas que servían a proteger el país de las agresiones.
El más antiguo y pintoresco es probablemente el Castillo de Guaita, del siglo XI.
Se dice que fue un fuerte y que también fue utilizado como prisión.
La ubicación del castillo es única, pero como ese día todo estaba en las nubes, la expresión «castillo en el cielo» parecía perfecta.
Mereció la pena tomar tantas fotos.
Además de Guaita, están Cesta, construida en el siglo XIII, y Montale en el siglo XIV.
Guaita y Cesta estaban abiertas al público, así que decidimos visitarlas.
Las armas eran los elementos principales en exhibición, y el resto estaba vacío, por lo cuál no me interesó mucho la visita, pero las vistas desde la ventana fueron increíbles.
Mientras tanto, el sol se estaba poniendo gradualmente.
Era noviembre, así que atardeció muy temprano.
Las vistas de la puesta de sol sobre las nubes también fue maravillosa.
Durante la hora azul después de la puesta del sol, la luna salió repentinamente.
Era el momento de volver a casa, y cuando preguntamos por el camino al aparcamiento, el policía nos saludó.
¿Era la cultura de este país?
Cuando llegamos al aparcamiento, un hombre y una mujer estaban peleando.
La mujer estaba enojada con el hombre y le dijo: «¡Hemos estado fuera de la casa por menos de 20 minutos, pero llamaste a tu mamá seis veces!»
No estaba claro si esta pareja era de San Marino o de Italia, pero casi todos los hombres de aquí son muy cercanos a sus madres, independientemente del país.
Por cierto, en Italia, el hijo que se no se puede separar de su madre se llama «Mammone».