[ Marzo.2018 ] El tour a pie que hicimos en Colonia del Sacramento en Uruguay fue decepcionante.
La voz de la guía era demasiado silenciosa y duró solo media hora más o menos, aunque en el planing decía que duraría una hora.
Una familia que se unió al tour, se cayó por el camino.
Aun así, aprendimos algunas cosas sobre Colonia.
Esta ciudad fue establecida en 1680 por los portugueses.
Pero tuvieron muchas peleas contra los españoles, debido a que esta ciudad estuvo bajo el mandato de España durante un tiempo y bajo el mandato de Portugal también.
Cambió a estar bajo el dominio de Portugal a España durante 7 ocaciones.
Cuando estaba controlada por Portugal, construyeron casas de piedra con techos de tejas y cuando estaba bajo España, hicieron casas de ladrillo con techos planos.
Se podían ver los dos tipos de casas una al lado de la otra.
Curiosamente, los españoles no usaron las casas portuguesas, pero los portugueses usaron las casas españolas.
La iglesia más antigua de la ciudad, la Basílica del Santísimo Sacramento fue construida originalmente por los portugueses en 1680, la cual era una cabaña pobre.
Luego, dependiendo de las reglas, se reconstruyó una y otra vez, por lo que pudimos ver que algunas partes estaban hechas de piedra y otras de ladrillo.
El edificio actual se construyó a principios del siglo XIX y consta de dos torres, pero en el pasado hubo un momento en el que contaba solo con una torre.
Colonia está en una península.
Solía haber una muralla de una orilla a la otra.
Pero de acuerdo con nuestra guía, «El presidente no tan astuto rompió parte del muro en el siglo XIX».
Parecía que este estúpido presidente de mediados del siglo XIX era Gabriel Antonio Pereira.
Aparentemente él construyó el faro en medio de la ruina de un convento.
De hecho, la escena estaba ridículamente desequilibrada.
Colonia figura en el Patrimonio Mundial de la Unesco en 1995.
Hasta entonces, 680 familias solían vivir en el casco antiguo, pero ahora solo viven 12 familias.
Eso se debe a que se hizo turístico y el precio de la propiedad subió rápidamente, por lo que la mayoría de los propietarios vendieron sus casas a los desarrolladores.
Así que ahora la mayoría de las propiedades son tiendas, hoteles y restaurantes.
Nuestra guía dijo en dos ocasiones: «Este pueblo está lleno de argentinos. Dicen que es agradable y tranquilo, y vienen a relajarse aquí, así que para nosotros es normal».
El tour terminó rápidamente y después dimos una vuelta por las tiendas.
Había un pequeño mercado,devido a que era fin de semana.
Aparentemente, la piedra nacional de Uruguay es la amatista, aunque no vimos tantas.
Pero compramos una para regalar y otra para mí.
En América del Sur, producen muchas piedras preciosas, lo cual me encanta.
El tiempo pasó rápido y llegó el momento de regresar al puerto para coger nuestro bote de vuelta que zarpaba a las 7:30 p.m.
En el camino hacia el puerto, vimos algunas hermosas avenidas ordenadas fuera del casco antiguo.
Por cierto, el bote en el camino de vuelta era más pequeño y se balanceaba mucho.
No debes subestimar el río.
Cerré los ojos con fuerza para soportarlo, y me dormí profundamente, para poder llegar a Buenos Aires sin ningún problema.