[ Julio, 2015 ] El día que visitamos Southall en Londres, nuestra amiga nos llevo a un Templo Hindú.
Debido a que escuchamos algunos cantar, vacilamos en entrar, así que pusimos nuestros zapatos en el estante y entramos.
Como se puede ver en la foto, nos sentamos en el suelo alfombrado, los hombres en el lado derecho y las mujeres a la izquierda.
Había algunas estatuas de color rosa delante, y al parecer eran los dioses.
Algunas personas estaban aplaudiendo y otros estaban golpeando el tiempo con instrumentos, como una pandereta.
Nuestra amiga, nos dijo que cuando hacían eso, significaba que estaban llamando a los dioses.
Ella nos llevó a un templo Sikh, también.
Su padre es un creyente sikh y su madre es una creyente hindú, por lo que ella conoce ambas culturas.
Aquí los hombres y las mujeres tienen que usar algo en la cabeza.
Como hicimos en el templo hindú, nos quitamos los zapatos y nos sentamos en la alfombra.
Pero allí no había estatuas de dioses y en cambio había un gazebo de oro donde el sacerdote estaba leyendo el sutra, no de manera melancólica como en el templo hindú
Cuando estábamos dejando el templo, nuestra amiga sugirió que debiéramos ponernos, algo que parecía arcilla por la celebración, en nuestras palmas con la mano izquierda en la parte superior de la mano derecha.
Ella dijo que esta arcilla es comida y que debemos comerla, así que llamé a mi valentía y la comí.
En realidad estaba bien, era como un montón de mantequilla y sabía dulce.
Ella se sorprendió cuando le dije que yo había estado en el Templo Dorado en Amritsar, la India.