[May, 2009] Nos alojamos en un hotel barato en Cracovia en Polonia, así que el desayuno no estaba incluido.
Una mañana, fuimos a la estación de tren y tomamos un pastel de queso y un buen café para un desayunar.
La cafetería era vieja y atmosférica como se vería en una película europea.
Lo que me impresionó de la estación fue que había letreros de flecha en el suelo hasta llegar a la plataforma desde donde llegaba el tren al aeropuerto y se iba.
Sentí su conciencia como una ciudad turística y el espíritu de servicio.
Me gustó.