Esta es la publicación del post de mi amigo Tarciso:
Cuando comenzamos nuestra estancia en Moscú, nos dieron nuestro itinerario grupal, que incluía nuestros días libres para hacer lo que quisiéramos.
Pero se nos permitió movernos sólo dentro de ciertas áreas indicadas en el mapa.
Recomendó encarecidamente no exceder los límites.
Estoy seguro de que, aunque lo llamaron tiempo «libre», en cualquier caso nuestro movimiento fue observado de cerca.
Nosotros respetamos las reglas.
En aquellos días, no era una buena idea no representarlas.
Era el momento en el que se daba la Guerra Fría.
Aunque Italia era entonces uno de los países más amigables con los comunistas en el oeste, desde su punto de vista, hablando políticamente, estábamos en el otro lado del mundo.
En la ciudad, no había coches privados, solamente taxis públicos y autobuses viejos.
Aparte de eso, estaba el famoso metro, que era hermoso y lleno de decoraciones, la mayoría de oro.
Me impresionaron mucho.
Pensé que en mi país estas cosas pueden sobrevivir solo unos pocos días ..