[ Nov.2018 ] Voy a continuar hablando sobre la caminata por Lincoln, centro de Inglaterra.
Por la mañana realizamos el camino sugerido por el libro turístico pero por la tarde nos dio frío y estábamos cansados.
Decidimos visitar la siguiente atracción, el Palacio de los Obispos.
Era clara su herencia inglesa. El gobierno era el dueño de este lugar y también lo conservaba así que creía que íbamos a tener que pagar para entrar, pero era gratis.
Esto era porque estaban realizando algunos proyectos y solo algunas partes se encontraban abiertas al público.
Visitamos las habitaciones que se podían y descansamos mientras miramos un video.
Este lugar se comenzó a construir en 1163.
Varios obispos contribuyeron a la construcción pero durante la guerra civil inglesa, en 1648, el lugar fue muy dañado y el obispo de ese entonces tuvo que irse a Cambridgeshire.
La restauración se realizó en 1838, lo que significa que estuvo abandonado por muchos años.
La parte nueva, que fue construida en el siglo 18, es ahora un hotel.
Algo que me sorprendió del video es que tanto este lugar como la catedral fueron dañadas por un terremoto en 1185.
No sabía que hubieron terremotos lo suficientemente fuertes como para dañar estos edificios grandes.
Cuando salimos del palacio nos encontramos con el que clima había mejorado y las nubes se estaban yendo.
Era el día de la memoria, día que recuerda el final de la primer guerra mundial.
Ademas éste es el aniversario número 100 desde que terminó la guerra, así que parecía que había un gran evento en la catedral.
Mas temprano habíamos visto algunas familias que parecían estar disfrazadas y algunas personas con uniforme, que parecían ir con cierta prisa hacia la catedral.
Para cuando nos acercamos a la catedral la ceremonia ya había terminado y mucha gente estaba saliendo de allí.
Un grupo de personas uniformadas comenzaron a marchar lideradas por una banda.
Tuvimos suerte de poder ver esta escena inusual, pero por el otro lado no pudimos ingresar a la catedral y luego descubrimos que nuestro hotel cobraba un precio inusualmente alto ese día.
Como había tanta gente en el pueblo, estábamos preocupados de no encontrar algún lugar para comer. Así que, si bien era un poco temprano, nos apuramos para llegar al pub que encontramos por internet.
El pub se llama Stag´s Head y se encontraba lejos de la ciudad antigua, pasando el arco Newport y la puerta romana.
Llegamos allí y nos dimos cuenta que los domingos solo sirven comida asada: carne asada, cerdo asado y así sucesivamente. El acompañamiento era pudin yorkshire y algunos vegetales hervidos.
Mientras yo ocupaba una mesa, mi marido fue a la caja para hacer el pedido.
Los empleados del lugar lo ayudaron con mucha amabilidad, posiblemente porque mi marido no se ve para nada como un inglés, hasta conversaron y todo.
Esto no pasó solo aquí, la gran mayoría de los empleados de los negocios eran muy amables, siempre saludaban a los clientes.
Debe ser que Londres es particular y la mayoría de los empleados tiene mala actitud.