[ Dic.2018 ] El día que visitamos el pueblo histórico de La Orotava, en el norte de Tenerife, España, era domingo.
Muchos restaurantes no abren los domingos así que tuvimos algo de dificultad para encontrar un lugar para almorzar.
Como ya mencioné, la mayoría de las calles son empinadas en La Orotava, así que toma tiempo y resistencia el moverse por el pueblo.
Cuando casi no daba mas, encontramos finalmente el restaurante que estábamos buscando, llamado Tascafe Grimaldi.
Este restaurante está ubicado dentro de la mansión histórica llamada Casa Lercaro.
La mansión fue construida en 1654 y el nombre del restaurante, Grimaldi, viene del nombre de la esposa del matrimonio que la construyó.
Aparentemente la mansión ocupa 3.240 metros cuadrados.
No visitamos la casa en si misma pero parecía que se podía.
Desde el patio, que era parte de restaurante, teníamos una hermosa vista.
Los clientes del restaurante parecían ser solo turistas pero la atmósfera era muy linda y la comida deliciosa.
Como entrada compartimos un plato con variedad de salames (el menú decía salchichas) con un poco de aceite de oliva.
Vino con pan tostado que estaba muy rico pero duro, así que me lastimó los dientes.
Como plato principal pedí el plato de cerdo con salsa de mostaza.
La carne estaba muy tierna y sabrosa.
Mi marido se pidió un solomillo pero en realidad era un filete de lomo.
Lo pidió rosa pero estaba jugoso.
Él bromeó «Si hubiera pedido jugoso hubiera aparecido una vaca».
El brownie que me pedí de postre estaba muy rico también.
Mi marido se pidió una torta de mango.
El vino que tomamos había sido producido justo en el valle que se encontraba a unos pocos kilómetros de nosotros, era un poco joven pero muy rico.
Todo nos costó €74.
Considerando tanto la comida como la ubicación, la cuenta fue muy razonable.
Justo para el momento en el que terminamos de comer apareció un gato que se sentó en la silla al lado de mi marido.
Me pregunto si ese gato viviría ahí…
Luego del almuerzo volvimos a la Iglesia de la Concepción, que no habíamos podido ver por la mañana porque estaban en misa.
La iglesia fue originalmente construida en 1516 pero por los terremotos de 1704 y 1705 fue destruida.
Comenzaron a reconstruirla en 1768 y luego le agregaron muchas partes que no estaban en el edificio original.
De acuerdo a nuestro libro turístico es el mas fino ejemplo de arquitectura barroca de las Islas Canarias.
No estaba muy impresionada con el domo violeta pero el tallado intricado del altar, realizado en el siglo 17, era muy bonito.
Luego de eso caminamos buscando la parada de colectivo.
Aunque era un pueblo chico era muy fácil perderse, por ahí por las calles empinadas.
Volvimos a Puerto de la Cruz, donde estábamos parando, en un colectivo con mucha gente.