[ Julio, 2018 ] Luego de haber dejado Kutaisi en Georgia, en nuestro camino a la capital, Tiflis, paramos y visitamos el monasterio del pueblo de Ubisa.
El monasterio fue construido originalmente en el siglo 9, e inclusive ahora, hay 5 monjes viviendo allí.
El campanario fue construido por Dmitri, el hijo de David el Constructor, el famoso rey durante el siglo 11 y principios del 12.
Dentro de la iglesia estaba lleno de frescos.
Durante estas vacaciones, visitamos algunas iglesias con paredes blancas, porque los rusos pintaron de blanco sobre los frescos, pero las iglesias del interior del país parecieron escapar a esta desgracia.
Los frescos fueron pintados en el siglo 12 por un artista muy reconocido, pero no me puedo acordar de su nombre.
La mayoría de sus trabajos se pueden ver en iglesias de Turquía, ésta es la única en Georgia con su arte, aparentemente.
Adentro de la iglesia, un monje de barba larga estuvo recitando una plegaria, que dio una atmósfera muy linda.
Luego de la visita, almorzamos en el restaurante de pescado de río que se encontraba cerca.
Fue la única vez en el viaje que comimos pescado.
El nombre del restaurante significa «cuento de hadas» y la gente puede comer en la terraza en la ribera del río, lo cual es muy lindo.
Parecía que era el lugar donde iban los turistas locales.
Queríamos agradecerle a nuestra guía y chófer, así que le dijimos a la guía que les ofreceríamos un almuerzo y ella decidió llevarnos allí.
Ofrecen pescado frito, no me puedo acordar el nombre pero mide algo de 15cm.
La cocción era simple pero era muy sabroso.
Bebimos el vino blanco de la casa.
Nos sorprendió mucho el precio, fue muy barato.
Solo costó 4 lari (£12, €13, $15) para 4 comensales.
Me pregunté si ese era el nivel de precios normal para la gente del lugar.
Luego del almuerzo solo viajamos hasta Tiflis.
En el camino, vimos muchos puestos al costado de la ruta que vendían vasijas de cerámica.
Luego vimos puestos vendiendo pan dulce, luego gente vendiendo tablas de cortar y hamacas.
Pasamos por un túnel de 2km de largo y una vez que salimos no habían mas puestos y el paisaje se tornó seco.
Aparentemente, este túnel es el límite entre el este y el oeste del país.
Las montañas sobre el túnel bloqueaban el viento húmedo del oeste.
Finalmente llegamos a Tiflis y seguía haciendo mucho calor, como el día que habíamos partido de allí, 6 días atrás.
De acuerdo con el auto, la temperatura era de 40 grados centígrados.