[ Dic.2019 ] Despues de visitar las catacumbas de París, era hora del almuerzo.
Mi marido buscó un restaurante en internet pero en la zona en la que estábamos la mayoría de ellos no abrían a la hora del almuerzo.
Finalmente encontró uno llamado L’Empreinte y por suerte era bueno.
El interior era simple y podíamos ver a la cocina y los chefs a través de una ventana de vidrio, no era especial.
Ordené hígado.
El sabor del aceto balsámico era un poco fuerte pero el hígado estaba delicioso.
La calidad era tan buena como el hígado que había comido en Canadá y me impresionó.
Mi marido ordenó pato y me dijo que estaba muy rico.
Pedimos una botella de 450ml de Bordeaux, que era un poco suave para nuestro gusto.
De postre me pedí un crepe con calvados y mi marido pidió una porción de torta de mango.
Todo estuvo muy rico.
La cuenta fue de €94, que fue mas caro que el día anterior.
Recuerdo haber visto la estrella Michelin en su menú.
Luego del almuerzo caminamos bastante buscando una estación de metro que tuvieran las líneas 1 o 14 que se suponía que andaban igual, mas allá del paro general.
Íbamos al Museo de Orsay.
En el camino vimos que una estación de la línea 4 estaba abierta así que bajamos.
Había una sola empleada en la estación así que le preguntamos a ella como llegar a Orsay.
Nos dijo que cambiáramos a la línea 1 en Châtelet y nos bajáramos en Concorde y de allí debíamos caminar hasta el museo.
Y dijo que el metro ese día era gratis por el paro general.
Seguimos sus consejos y llegamos al museo sin problemas.
Ya había estado en el museo dos veces pero quería volver por una exhibición especial de fotografías de bailarines de Degas.
Había fila para ingresar al museo pero no tuvimos que esperar mucho.
Habían varias entradas y nosotros elegimos la que también nos permitía entrar al Museo de la Orangerie, nos salió €18.
La exhibición especia se llamaba «Degas en la ópera» y fue realizada en conmemoración al aniversario número 350 de la ópera de París.
Puedo decir que los bailarines del siglo 19 eran mas gorditos y tenían menos habilidades que los de ahora.
Por ahí por eso mi marido dijo «Esas fotos parecen mas de bailarines de cabaret que de ballet».
Habían varias pinturas famosas pero yo preferí las últimas, que eran del siglo 20, porque eran mas coloridas y cálidas.
Cuando ya estabamos por terminar, al rededor de las 4.30pm anunciaron que el museo se iba a cerrar.
Era por el paro general.
Usualmente el museo cierra a las 6pm.
Me sentí inquieta pero las personas al rededor no se apuraron y siguieron mirando las obras así que las seguimos.
No pudimos ver mucho mas del museo y la tienda estaba cerrada pero estábamos contentos que al menos pudimos ir.