[ Dic.2015 ] Después de comer, volvimos a la isla principal de Chiloé en Chile y continuamos nuestro viaje para ver las iglesias de madera que están inscritas como Patrimonio Mundial de la UNESCU.
Los dos últimas estaban en el extremo oeste de la isla.
Fuimos allí habiendonos perdido unas cuantas veces.
La mayoría de las carreteras no estaban pavimentadas y nuestro conductor, Mafred, condujo muy rápido sin preocuparse por dañar el coche.
Las vistas desde la ventanilla del coche eran muy tranquilas.
Podíamos ver vislumbres del mar.
Mi marido dijo le recordaba mucho a la vistas de Ise Shima en Japón donde estuvimos hace unos años.
Y era cierto.
Comenzamos el viaje de vuelta al hotel después de ver la Iglesia Colo que fue la más pastoral y elegante entre las que vimos esta vez.