[ Abr.2013 ] Se suele decir, que la forma de Italia es como una bota que patea una piedra.
El día que viajamos por la parte del talón, llegamos a Gallipoli a primera hora de la tarde.
Derrepente hacía muy buen día, como si la tormenta de por la mañana hubiera sido mi imaginación.
Según mi guía, la parte antigua de Gallipoli solía ser una isla, pero hoy en día está conectada a la tierra principal.
En los siglos XVI y XVII, esta ciudad era muy próspera comerciando con aceite de oliva, pero ahora el principal ingreso proviene de la pesca y el turismo.
Al caminar en el casco antiguo, nos topamos con algunos grandes edificios que parecían casas solariegas de nobles con ventanas decorativas, pero en la planta baja, pudimos ver los lavados de las personas que viven allí.
Frente a la cerrada Basilica di Sant’Agata, había algunas tiendas que venden recuerdos hechos con conchas y gasté mucho para conseguir un anillo de coral hecho por un artesano local.