[Junio de 2021] Hay un área llamada Leith, que está justo frente al mar, en la parte norte de Edimburgo, Escocia.
Según la guía, ha sido la puerta de entrada al mar en Edimburgo desde el siglo XIV.
Parece que esta área se derrumbó después de la Segunda Guerra Mundial, pero después de eso, fue remodelada en una zona de moda con restaurantes y cafés, así que decidimos salir por la noche.
Hicimos una reserva en adelanto para un restaurante de mariscos que el amigo de mi esposo presentó diciendo «Si vas a Leith, no te lo pierdas».
El restaurante se llama Fishers, y parece ser bastante famoso, y figura hasta en la guía que tenemos.
Está ubicado en la planta baja de una torre de señales del siglo XVII.
Leith era fácilmente accesible en autobús desde nuestro Airbnb.
El distrito más de moda se llama The Shore, y tiene adoquines a lo largo del Water of Leith.
Era una zona más pequeña y tranquila de lo que esperaba.
El restaurante también está en este distrito.
El comedor era una habitación sencilla con unas 10 mesas.
Mi primer plato fue un cóctel de cangrejos de río.
Parecía un cóctel ordinario, pero sirvieron cangrejo de río en lugar de gambas, y eso le daba una sensación de clase, y estaba delicioso.
El entrante de mi marido era Crispy Squid.
Creo que probablemente es un condimento tailandés, porque mi marido se tragó sin saberlo un chile y sus ojos se pusieron en blanco en agonía, pero dijo que estaba delicioso.
Mi plato principal fue un besugo entero.
Era bastante grande y grueso.
Encima estaba la salsa griega Tzatziki.
Se trataba de una versión bastante suave.
Parece que los restaurantes de mariscos escoceses (¿británicos?) suelen servir cocina de fusión con algunos elementos étnicos.
También fue así en el restaurante rural en las afueras de Stonehaven.
Me pregunto si se debe a que el único plato de marisco tradicional en el Reino Unido es fish and chips.
Mi marido eligió fletán como el plato principal, pero estaba decepcionado porque la cantidad era pequeña por el alto precio.
Hay que decir pero que la salsa estaba tan deliciosa que quiso aprender a prepararla.
Mi postre fue Pavlova, que tenía la forma de una hamburguesa.
El merengue fue un poco duro para mi gusto.
Mi marido eligió una fuente de queso escocés.
El precio fue £ 107.25, incluído una botella de vino, y era el precio que nos esperábamos.
Después de la comida, dimos un breve paseo por el soleado Leith, que todavía estaba iluminado.
El clima era agradable y la luz me permitió de tomar muchas fotos.
Por cierto, dos días después, volvimos a visitar a Leith y caminamos por donde no habíamos estado.
El Royal Yacht Britannia visto desde el aparcamiento
El Royal Yacht Britannia, un yate real de la segunda mitad del siglo XX, está abierto al público y es ahora una de las principales atracciones turísticas.
Lo miramos desde el estacionamiento del centro comercial porque el precio nos pareció muy alto (£ 17).
La impresión de Leith fue completamente diferente a la del primer día, probablemente porque era un día muy grís.
Pude ver el muelle en uso, y había una atmósfera agitada que me puso un poco nerviosa.
Finalmente, regresamos a The Shore y fuimos a un pub restaurante llamado Granary para disfrutar del whisky y más.
Cuando le pregunté a la joven camarera aquí qué comería la gente cuando bebiera whisky, dijo: «No hay reglas, pero en todo caso, debo decir que es queso o chocolate».
Añadió: «Cuando voy a Highlands, tengo ganas de beber whisky».
Los jóvenes no suelen beber mucho whisky.
Esta vez probé Oban y mi esposo probó Highland Park.
Oban está ahora en mi lista de favoritos.
