[ Sept.2019 ] Luego de visitar el monasterio de Panormitis en la isla Symi, Grecia, tomamos el ferry a eso de las 12.15pm.
Pensé que iba a ser un camino corto hasta Gialos, el puerto principal, pero nos tomó 45 minutos. Así que eran al rededor de la 1 de la tarde cuando llegamos allí.
Pudimos ver la linda vista de las casas coloridas en la colina al rededor del puerto.
Según nuestro libro, la gente de Symi tiene una larga tradición de buceo, gravados en madera y construcción de embarcaciones.
Luego de que la isla fuera ocupada por el imperio otomano en 1522, se les permitió pescar esponjas en agua turca y en retribución tenían que mandar a los mejores ingenieros para la construcción de barcos y las mejores esponjas iban a Turquía.
Este trato hizo que Symi fuera próspera.
Se construyeron mansiones, la cultura floreció y el nivel de educación aumentó.
Al parecer se construian 500 barcos al año.
Pero mas tarde en la historia cuando surgieron los barcos a vapor, Kaymnos tomó la delantera y Symi comenzó su declive.
Entre 1912 y 1945 se encontraba bajo la dominación italiana.
Pudimos pasar 3 horas allí.
Originalmente teníamos ganas de disfrutar una de las playas pero cuando hablamos con un taxista nos dijo que él tenía que tomar un bote para llegar a ellas.
Nos arrepentimos de no haber buscado información de antemano.
Podríamos haber almorzado en el puerto pero como habíamos comido el pan no teníamos hambre.
Y hacía mucho calor como para caminar, sobre todo por las calles empinadas.
Nos sentimos perdidos pero al final decidimos almorzar liviano porque nos cruzamos un lindo restaurante con mesas en la sombra.
Solo vi el nombre en griego así que no estoy 100% segura pero creo que decía Taverna Meraklis.
Comimos unos camarones Symi y el pez capa con el vino de la casa.
Todo estuvo muy rico.
Gracias al almuerzo recuperamos energía así que caminamos por el pueblo luego de comer.
El libro nos recomendaba caminar y perdernos en la ciudad vieja.
Sacamos muchas fotos.
Antes de volver al ferry descansamos en un café local y tomamos una taza de café griego.
Antes de subirnos al ferry miré el agua cristalina del mar y vi mucho peces.
El ferry salía a las 4.30pm.
Bueno, la isla Symi y Lindos, donde estuvimos un día antes, eran lugares como para quedarse una semana, para poder disfrutarlos.
Decidí que este viaje era una inspección preliminar para nueras próximas vacaciones.