[ Abril.2009 ] En Sarajevo, me hospedé en un hotel llamado Kandilj Pansion.
No sé cómo lo pronunciaréis.
Es demasiado pequeño para llamarlo hotel, ya que cuenta con aproximadamente 10 habitaciones.
Era conveniente, ubicado en el casco antiguo y la habitación era simple, pero limpia y decorada con gusto.
Además, la gente de allí era muy agradable.
Cuando pregunté por el horario del autobús a Mostar, el chico de la recepción llamó a algunos sitios para averiguarlo, y cuando me encontré con el cocinero de la sala de desayunos en la ciudad y estuvimos charlando un rato.
En términos generales, la gente en Sarajevo era amable y amigable.
Recuerdo que cuando llegué, mucha gente me dijo ‘Bienvenida a Sarajevo’ mostrando su genuina hospitalidad.
Sinceramente espero que no pierdan este tipo de carácter nunca, ya que creo que es maravilloso, a pesar de que su economía se desarrolle en el futuro.