[ Abr.2017 ] Una de las razones por las que fuimos a Venecia esta vez fue por ver una ópera en el Teatro la Fenice.
Estuvimos allí hace unos 5 años sólo para ver el edificio y desde entonces siempre hemos querido ver un espectáculo real allí.
Este es el teatro que fue quemadoen muchas ocasiones, después de inagurarse a finales del siglo XVIII pero siemore es reconstruído, por lo que su nombre sugiere, es un fenice (fénix).
Fuimos a la isla principal de Venecia, desde Murano en un táxi acuático bastante rápido, ya que el transporte entre islas estaba incluído en nuestro hotel.
éste nos dejó en la parada: Fondamenta Nove, que está en el lado norte de la isla, así que tuvimos que caminar mucho, buscando el teatro en el laberinto de Venecia.
Debido a que en esta fue una ocasión, yo estaba usando un par de zapatos con un poco de tacones, aquel paseo fue un trabajo duro para mí.
Durante el camino, preguntamos a una pareja entrada en edad, por la dirección hacia el teatro, ya que obviamente ellos parecían local.
Se veían muy elegantes y de la típica clase alta italiana.
Eran muy agradables, pero no podíamos llegar al teatro con sus indicaciones.
Pero al final, de alguna manera conseguimos llegar allí y nos sentamos en un palco.
En aquel teatro, la mayoría de los asientos estaban en palcos aparte de los puestos de la orquesta.
El nuestra estaba en el segundo piso y justo por encima de la fosa de la orquesta.
Fue interesante ver la orquesta desde este ángulo y el escenario estaba a escasos metros, así que nos sentimos muy cerca de los artistas.
El programa fue «Carmen».
Sucedió que también era «Carmen», cuando fuimos a La Scala de Milán por primera vez hace mucho tiempo.
A menudo vamos a ver actuaciones de ballet, pero rara vez vamos a ver la ópera.
«Carmen» es el programa que los novatos como nosotros podemos disfrutar, porque la mayoría de los números son muy conocidos.
Se realizó por primera vez a finales del siglo XIX, pero la época de esta producción se estableció alrededor de 1970, decidieron poner incluso una cabina telefónica y unos cuantos coches en el escenario.
El director fue Calixto Bieito, un español, famoso en los círculos de ópera.
Estaba bien hecho y me metí en la actuación fácilmente.
Pero no había muchos bailarines, no como el que vimos en La Scala y en esta versión había un hombre que se desnudo,de lo cual no pude entender el significado.
La cantante que interpretó a Carmen no solo cantó de maravilla, sino que además era una buenísima actriz.
El conductor era Myung-Whun Chung, el conductor coreano.
Esta fue la primera vez que lo vi desde los Proms (evento anual de música clásica) en Londres hace mucho tiempo y me sentí como si conociera de toda la vida.