[ Junio, 2014 ] Nos invitaron a una graduación universitaria en Milán, Italia.
Yo estaba esperando una ceremonia con muchos estudiantes en un gran salón y el típico discurso del presidente del alumnado, pero fue totalmente diferente.
La familia y amigos se reunieron en frente de la universidad y entraron juntos.
Uno dijo «allí es», señalando una clase normal.
Cuando Davide, el nombre del chico que se graduaba, fue nombrado, todos entramos en la clase.
Delante de la plataforma había 8 profesores.
Davide se sentó frente a ellos y nos sentamos detrás de él como audiencia.
Entonces Davide empezó a explicar su disertación seguido de preguntas y respuestas.
Después de una media hora, terminó y tuvimos que salir de la sala y esperar.
Durante aque tiempo de espera, los profesores discuten y deciden la evalación.
Después de un rato, nos invitaron a entrar en la clase de nuevo.
Los profesores estaban de pie y le dieron a Davide el resultado.
Davide estrechó la mano con cada profesor como se puede ver en la foto.
Aparentemente, la posición del profesor significaba que él obtuvo la calificación más alta.
Después de eso, fuimos al jardín de la universidad y tomamos una copa y conversamos un rato.
Por la noche fuimos a un restaurante para la celebración.
Así que no existe la «ceremonia» que yo hubía imaginado en absoluto.
Por cierto, los edificios de la universidad era lo suficientemente magníficos como para ser una atracción turística.
