[ Mar.2017 ] Después de dejar nuestro equipaje en nuestro hotel de Murano, isla famosa por su cristalería, salimos hacia a la isla de Burano.
Uno de nuestros propósitos en estas vacaciones en Venecia, era ir de isla en isla.
Burano está situado a unos 7 km al noreste de la ciudad principal de Venecia, que de hecho consta de cuatro islas unidas por puentes.
Tomamos el autobús acuático desde Murano, que estaba lleno de gente.
Me preocupé pensando que podría haber más personas de las permitidas legalmente en el barco y me sentí como si fuéramos delincuentes y nos estuvieran transportando.
Desde Murano, el recorrido era de unos 30 minutos.
Cuando llegamos nos despertamos por los brillantes colores de las casas en Burano, maravilloso lugar para los fotógrafos.
La razón por la que pintaron sus casas en vivos colorines, es porque en el pasado los pescadores necesitaban reconocer su casa cuando hacía niebla.
Hoy en día si uno de los propietarios quiere cambiar el color de su casa, tiene que pedir permiso al gobierno local y el gobierno le dará una elección limitada de colores.
Pensé que había todo tipo de colores, pero reflexionando en ello, no había casas negras.
También Burano es famosa por sus encajes.
Las mujeres de la isla comenzaron a hacer encaje en el siglo XVI y a través del comercio veneciano, esta isla saltó a la fama.
Al parecer, la razón por la que comenzaron a hacer encaje tiene algo que ver con Leonardo Da Vinci.
Cuando fuimos a Lefkara, Chipre, hace dos años, aprendimos que Da Vinci visitó Lefkara en 1481 cuando Chipre era controlada por la República de Venecia, él compró una pieza de encaje hecho en este pueblo.
Esto hizo que el encaje de Lefkara famoso y comenzó a crecer su demanda, y por consiguiente también en Venecia.
En el siglo XVIII la industria se extinguió, pero revivió después de establecer una escuela de fabricación de encajes en 1872.
Por lo tanto la fabricación de encaje allí es histórica, pero cuando visité Venecia hace más de una década, ya se decía que el encaje que se vende en las tiendas de recuerdos se hace en China.
Así que en esta ocasión no visitamos ninguna tienda de encaje.
La última vez que vine aquí, Había mucho encaje hecho en China, pero esta vez, muchos de los turistas eran chinos, también.
Vimos una pareja de chinos que estaban haciendose la sesión de fotos de la boda.
Y yo me pregunto a mi misma ¿Aquellos turistas chinos comprán recuerdos hechos en China?…
En un principio queríamos ir al museo del encaje, pero cuando llegamos allí, ya estaba cerrado.
En su lugar, fuimos a la Iglesia de San Martino, con un campanario inclinado.
La famosa torre inclinada está en Pisa, pero hay muchos otras torres que se inclinan en Italia.
El interior de esta iglesia no era tan especial, pero me fijé en un busto.
Era de San Juan XXIII, que fue apodado El Papa Buono (El Papa bueno).
Si fue llamado Papa Bueno, ¿Hay algún Papa malo?
De todos modos, este Papa visitó cárceles diciendo «Debido a que no me puedes visitar a mí, yo he venido a tí», y muchas veces salía a visitar hospitales, escuelas para la delincuencia juvenil, etc…
Parece ser que era realmente un buen Papa.
Sin embargo, no he podido encontrar la razón por la cual su busto estaba allí.