[ July, 2014 ]Según mi guía, hay muchas mujeres que tejen encajes y venden sus productos en las calles.
Dice «comprar una o dos piezas les ayudarían a mantener su oficio», así que buscamos a los vendedores.
Había unos pocos, pero no muchos.
Esta mujer en la foto estaba vendiendo su encaje frente a su casa donde no había mucha gente.
No era tan intrincado como el encaje de lino del museo, pero aún así estaba muy elaborado.
Yo no sé mucho acerca de ello, pero parece ser que cuanto más grandes son los ahujeros, más dificil es la elaboración.
Le compramos tres piezas y le pedimos su nombre sólo para recordarlo en la memoria, pero le tomó bastante tiempo para que ella consiguiera saber q que pedíamos.
Cuando nos comprendió, se le veía muy feliz y nos dijo «Kate».