[ Sept.2018 ] Luego de visitar Sankyo Soko, no dirigimos a la antigua casa de la familia Honma, en Sakata, Yamagata, Japón.
La familia Honma fue la mas rica de este área, tanto que la gente decía «Sabemos que no vamos a poder volvernos tan ricos como los Honma pero al menos nos gustaría poder convertirnos en señores feudales».
Lamentablemente cuando llegamos ya estaba cerrado así que no pudimos ver nada.
La mayoría de los sitios turísticos cierran a las 4.30 de la tarde.
Fuimos a un centro comercial que tenía un ascensor de vidrio con una gran vista. Pero lo que me impresionó no fue la vista, sino la quietud del centro comercial.
Pensamos que era porque un tifón se aproximaba. De hecho pudimos oír la advertencia cuando caminábamos por la calle.
Pero cuando nuestro amigo fue a una tienda de encurtidos, el vendedor le dijo «es siempre así, no suele haber mucha gente por acá».
Gracias a la curiosidad de nuestro amigo fuimos a un negocio donde vendían escobas, zapatos para la nieve, y cosas por el estilo.
Un anciano elegante se acercó nos explicó muchas cosas, por ejemplo: la forma de las escobas es distinta aquí de las de Tokio; las sandalias de paja se siguen usando para pescar en lugares rocosos porque evitan que la persona se resbale; como acá la nieve es húmeda la forma de los zapatos de nieve es diferente que la de Hokkaido, allí la nieve es seca.
Es una pena que no me fijé el nombre del negocio, pero estaba ambientado a la antigua y, de hecho, el edificio parecía un museo.
Luego fuimos al hotel. Para ese entonces el tifón estaba llegando y el viento era muy fuerte.
Fuimos al restaurante francés llamado Le Pot-au-feu.
Cuando nos preparábamos para ir a Sakata descubrimos que hay varios restaurantes franceses que sirven platos que van muy bien con sake, así que reservamos una mesa en uno de ellos.
Por suerte, el restaurante estaba dentro de nuestro hotel, no nos habíamos dado cuenta hasta que llegamos.
Hubiese sido imposible salir del hotel con esa tormenta.
Todos pedimos una comida completa que incluía carpaccio de gallineta del pacífico, almejas y sopa de azafrán, un plato cremoso de frutos de mar, y un poco de carne de pollo, vaca y cerdo.
El cerdo era de la raza llamada ‘Kome no Ko Buta’, que son alimentados con suero de leche y arroz de la zona.
El postre fue Cream Brulee.
¡Todo estuvo muy rico!
Incluso el agua era rica.
Aparentemente es el agua que se usa para hacer sake al pie de la montaña Chokai. Tarda 15 años desde que el agua de lluvia empapa la tierra y hasta que es envasada.
La baguette recién horneada estuvo muy rica también.
Bebimos Bordeaux con la carne, pero antes de eso bebimos sake con el pescado.
Este sake premiun, Daiginjo, es de una cervecería llamada Hatsumago y se puede beber aquí y en un restaurante mas de la ciudad.
Al parecer este sake fue creado para ir bien con comida occidental.
Nos enteramos que este restaurante fue abierto por el primer hijo del dueño de la cervecería Hatsumago, llamado Kyuichi Sato.
Incluso hay un libro sobre él que se titula «¿Por qué fue olvidado el hombre que construyó el mejor cine del mundo y abrió el mejor restaurante francés?»
Era intrigante.
Aparentemente era un gran fanático del cine y para trabajar de algo relacionado fue a Tokio. Allí lo mandaron a la parte de la cantina y esto lo llevó, años mas tarde, a abrir el restaurante francés.
Escuchamos todo esto de nuestro mozo, que se pudo tomar el tiempo porque no había nadie mas.
Todas las reservas se cayeron por el tifón.
Fue casi una situación surreal estar comiendo comida excelente en un lugar espacioso, mientras escuchaba el viento furioso afuera.