[ Ene.2016 ] En el segundo día de nuestra estancia en Río de Janeiro, fuimos a la cima de la Montaña Sugarloaf temprano por la mañana.
Cogimos dos teleféricos para llegar allí.
Quizás porque era temprano, no estaba tan lleno de gente y pudimos relajarnos y disfrutar de la vista.
Pude ver que esta ciudad tenía muchas colinas y había numerosos edificios altos entre ellas.
Había 3 o 4 pueblos con casas pequeñas alrededor de la ciudad.
Parecían muy bonitas a lo lejos, pero en realidad eran Favelas, los barrios marginales.
Dicen que si entras en alguna de esas Favelas por error, no sería fácil salir sin ser robado.
Aquello me recordó las escenas que vimos en la ciudad de algunas personas de aspecto sucio acostado y durmiendo en la calle.
Nunca he visto nada como esto en cualquier lugar aparte de en la India.
Esta ciudad parecía tener una enorme división en la sociedad entre ricos y pobres.