[ Junio 2017 ] Nuestro viaje por las ciudades del sur de Holanda, en los Países Bajos, nos llevó a Delft.
Delft era una bonita ciudad que parecía una versión más pequeña de Amsterdam.
Debido a que a los conductores de los buses turísticos no se les permitía aparcar dentro del casco antiguo, tuvimos que caminar un poco hacia la Plaza del Mercado, en el centro de la ciudad.
Aparentemente este lugar tiene una estrecha conexión con Guillermo de Orange y nuestro guía, Erik, nos habló de él.
Pero este Guillermo no es el famoso que aprendimos en la escuela, que se convirtió en Rey de Inglaterra después de la Revolución Gloriosa, si no que se refería a su bisabuelo que vivió durante el siglo XVI.
Su nombre propio es Willem Van Otanje y fue prácticamente el primer rey del país independiente, la República de los Siete Países Bajos Unidos.
Según Erik, no era fiel a las mujeres, pero muy fiel a su perro.
Se casó cuatro veces y siempre consigo el mismo perro.
En su tumba, también esta el perro, y supuestamente hay una estatua del perro, aunque nosotros no la vimos.
Erik nos dijo que él era un verdadero político, y se dice de él que : «Habló mucho, pero no dijo nada».
Seguramente, su apodo era Guillermo el Silencioso.
Y su lema era «Respete a su enemigo y vigile a sus amigos».
Después de hablar de él, Erik nos llevó a un restaurante en la Plaza del Mercado y nos dijo: «Este es el restaurante de servicio rápido».
Pudimos leer entre líneas, lo que nos quería dar a entender.
Lo que realmente estaba diciendo era «No os toméis mucho tiempo para comer y no lleguéis tarde al punto de encuentro, ya que todavía tenemos un largo camino por recorrer».
No sabíamos otros restaurantes, así que fuimos a este restaurante para comer de manera mediocre, ni siquiera recuerdo lo que comí.
De todas maneras, él nos dijo que aquel era un restaurante cocinaba con buenos poroductos.
Tuvimos un pequeño tiempo libre después de la comida, así que caminamos por la ciudad un poco y nos pareció que era una ciudad muy agradable.
Tanto los lugareños como los turistas estaban disfrutando del soleado fin de semana.
Después de eso, nos llevaron al Royal Delft, el fabricante de Delftware que fue fundada en 1653.
Aparentemente este es el único fabricante que todavía trabaja en Delft.
Para este lugar vino otra guía diferente y explicó a fondo sobre su historia, el proceso de la obra y demás.
El interior del edificio era muy bonito con un diseño que era un poco como Oriente Medio.
Como era domingo, sólo las personas que daban servicios a los turistas estaban trabajando, pero me di cuenta de wue había un signo escrito en chino en la fábrica.
Me pregunto si hay muchos chinos trabajando allí.
Y por supuesto, a la última parte que nos llevaron fue la tienda.
Los artículos pintados a mano eran demasiado caros para nosotros, pero los impresos a mano no estaban mal de precio y eran bonitos
Compramos una placa decorativa para nuestra colección de casa.
Por cierto, los colores básicos de Delftware y Meissen, en China, que vimos hace unos dos años. son de color azul sobre blanco y parecen bastante similares, pero Meissen era mucho más caro.
Me pregunté por qué y entendí que Meissen es porcelana y Delftware es cerámica.
Eso me recordó a otra famosa porcelana azul-sobre-blanco, El Royal Copenhagen, en Dinamarca, también se trata de porcelana, por lo tanto, más cara.