[ Dic.2014 ] No recuerdo cuándo fue la última vez que fui al mercado de Ameya Yokocho en Tokio.
En este día de finales de diciembre, esta calle estaba muy llena de gente, ya que muchas personas vinieron a comprar algunos alimentos para el Año Nuevo.
Había oído hablar de él, pero ésta era la primera vez que iba.
Me pregunto por qué había algunas personas que empujaban como locas.
Caminamos por la calle de 400 metros.
Vimos las tiendas de ambos lados, oímos voces gritando: «Sólo 1000 yen!».
Parecía que 1000 yenes fuese la palabra clave, pero un montón de bienes eran mucho más caros.
Así que la estrategia era que ellos atraían a la gente a su tienda con la palabra «1000 yen» y luego las cosas que la gente compraba eran más caras.
Había una esquina para que la gente pudiese comer algo, también.
Además, había una tienda de abrigos de piel de segunda mano cerca de la estación de Ueno, que era atractiva.
Cuando volví a casa esa misma tarde y hablé de esto, un miembro de mi familia dijo: «No voy nunca a comprar allí porque una vez me compré unas huevas germentadas que estaban en mal estado sin saberlo».
Por cierto, el nombre es Ameya Yokocho, pero se acortó como Ame Yoko justo después de la Segunda Guerra Mundial como un mercado negro.
Aparentemente había muchas tiendas que vendían dulces (ame en japonés), así que se llamaba Ameya Yokocho (mercado de las tiendas de dulces).
Y durante la Guerra de Corea, una gran cantidad de bienes del ejército de EE.UU. se vendieron, por lo que se convirtió en el mercado estadounidense.
Ambos tenían «Ame» en la palabra, por lo que se ha establecido ya definitivamente como Ame Yoko