[ Nov.2016 ] Después de ver delfines en el mar de Gibraltar, subimos a la montaña en teleférico.
Esta es una montaña rocosa llamada El Peñón de Gibraltar es famosa por los monos que viven allí.
Primero vimos dos monos en el observatorio donde cogimos el propio teleférico.
Su color era pálido y no tenían rabo.
Eso me recordó a los gatos sin rabo de Isla de Man, otro paraíso fiscal en Reino Unido.
Estos monos se llaman Macacos de Barbary o Simios de Barbary y su origen está en el norte de África.
Aquellos en Gibraltar eran considerados como la descendencia de las mascotas de los moros que solían gobernar en esta zona Ibérica.
Según el folleto que conseguimos, localmente hay entre unos 230 y 240 monos en la actualidad y son los únicos monos salvajes de europa.
En internet encontré que los hombres traen a sus hijos alli.
Queríamos ver más monos, así que aunque compramos los billetes de vuelta en el teleférico, decidimos caminar por El Peñón.
Poco después de que comenzaramos a caminar, encontramos un montón de ellos, en el lugar donde los estaban alimentando.
El folleto dice que ellos alimentan a los monos con frutas y verduras saludables para que no vayan por la ciudad a buscar alimentos.
Tal vez debido a eso, se dan cada vez menos los incidentes en los que los monos arrebatan las cosas a las personas.
De todos modos, la idea de caminar por Peñón fue imprudente.
Tuvimos que subir por una escalera empinada a lo largo de la pared.
Yo estaba bastante asustada porque los escalones de piedra eran resbaladizos y aunque había una barandilla, estaba llena de escrementos de mono.
Después de las interminables escaleras, caminamos por un camino, que también fue largo, y por una razón u otra, de vez en cuando teníamos que caminar por un trozo de carretera.
Parece ser que hicimos una caminata en una zona considerada como reserva natural.
Por cierto, con respecto a los monos hay una famosa leyenda.
Ellos creen que cuando los monos desaparezcan de la Roca, será el fin de la regla británica sobre Gibraltar.
Así que durante la segunda Guerra Mundial, Churchill ordenó a los militares que cuidaran de los monos y, si fuera necesario, los importaran.
Según el folleto, las autoridades militares cuidaron de los monos hasta 1994 y luego, el gobierno asumió su cuidado.