[ May 2017 ] El segundo día en la región de Moravia en la República Checa, habíamos planeado visitar Mikulov, ciudad bien conocida por su producción de vino cerca de la frontera austriaca.
Pedimos el horario de autobús en el hotel que nos alojabamos en Brno y comprobamos que el siguiente era a las 12:15 pm.
Así que matamos el tiempo dando vueltas por los alrededores del hotel durante la mañana.
La plaza más cercana del hotel se llamaba El mercado de repollo (Selny trh) y de hecho, había un mercadillo de verduras.
Caminamos un poco más lejos a otra plaza, Freedom Square (namesti Svabody) y nos encontramos con muchos coches clásicos reunidos.
Parecía ser que iba a comenzar algún evento.
En el otro lado de la carretera, de aquella misma plaza, había un pequeño mercado de artesanía, incluyendo un puesto de piedras preciosas.
Me fijé mucho en un colgante con una mezcla piedras de colores pastel (beige, azul opaco y así) que nunca había visto antes, así que le pregunté al vendedor el nombre de la piedra.
Pronunció «Yaspas», así que probablemente era Jasper.
Aparentemente lo pronunció en checo.
Es agradable tener piedras locales como recuerdo y los colores del colgante eran muy fáciles de combinar con la ropa, así que lo compré.
Luego nos dirigimos a la estación de autobuses.
La estación de autobuses estaba lejos del centro de la ciudad, más allá del centro comercial que estaba al otro lado de la estación de tren.
Por cierto, cuando fui a la República Checa la primera vez fue en 1994 cuando todavía necesitábamos la visa para entrar en el país.
Fue sólo unos pocos años después de que el régimen comunista se derrumbó y se podía ver a la pobre y sombría población con ropa sucia.
Ellos han mejorado notablemente desde entonces y ahora la mayoría de la gente llevaba el mismo tipo de ropa que la gente en Europa Occidental, pero allí, por los alrededores de la estación de autobuses, vi a algunas personas que me recordaron a la época de 1994.
Sin embargo, en términos generales, la economía checa parece estar ceciendo.
Fuimos a la oficina de información en esta enorme estación de autobuses para preguntar por el stand de autobuses dirección a Mikulov.
El autobús llegó a tiempo.
Tardamos alrededor de una hora y media en llegar.
Yo pegaba cabezadas, pero cada vez que miraba por la ventanilla, las vistas eran la mismas.
Debido a que se trataba de un autobús local, conducía por la carretera principal y paraba en cada ciudad, además éstas parecían todas iguales, de un piso y con los tejados muy grandes.
En el camino, una pareja de ancianos subió al autobús y se sentó frente a nosotros.
Según mi marido, el hombre nos miraba muy estrechamente.
Me pregunto qué estaba pensando tanto sobre nosotros …
Nos bajamos en la última parada, que estaba en frente de la estación de tren de Mikulov y fuimos a la estación para pedir el horario de autobús en el camino de vuelta.
Aunque era una ventanilla de venta de billetes de tren, el hombre era muy amable y nos buscó el horario del autobús y nos lo imprimió.
Fue buena idea ir a preguntar, porque en nuestra guía turística ponía que salian cada hora, pero resulto ser que eran otras horas diferentes.
El autobús del camino de vuelta era el mismo, con el mismo conductor que en el de la ida.