[ Sept.2019 ] Hicimos una visita guiada hacia Symi desde Rodas, Grecia.
Salió barato, solo €25 por persona, pero fue porque solo cubría el ferry pero no al guía. Nos dimos cuenta de eso cuando subimos al ferry.
El ferry estaba lleno.
El vuelo de UK a Rodas estuvo casi vacío así que me pregunté de donde eran los turistas y allí me di cuenta que hablaban ruso.
El señor que habíamos encontrado el día anterior no dijo «Los turistas de Rodas son pobres» y probableente se refería a ellos.
Aparentemente cuando los hoteles comenzaron a bajar los precios, esta clase de turistas comenzó a llegar a la isa.
No pude distiguir si todos los turistas que hablaban lenguas rusas eran rusos o no.
Una de las personas del grupo se sentó delante nuestro. Leía un libro en ruso y se reía.
Miré el libro y vi que el significado del título era algo como «Los tiburones hechos de acero» pero no pude ver el autor.
Me encantaría leerlo si hubiera una versión traducida.
Luego de estar una hora y media en el mar llegamos al monasterio Panormitis que se encuentra al sur de la isla Symi.
Hay una iglesia donde el arcángel Miguel fue consagrado.
Miguel aparentemente no solo es el patrón de la isla Symi sino también de todo el archipiélago.
Es un destino para los peregrinos que creen en la iglesia ortodoxa.
La leyenda dice que el icono misterioso apareció en ese lugar y cuando la gente lo movió volvió al mismo lugar solo.
Se cree que el monasterio se construyó originalmente en el año 45, al lado del viejo templo de Apolo. Pero los edificios de hoy e día se construyeron en el siglo 18.
Había mucha gente esperando para poder entrar a ver el icono de San Miguel.
Teníamos que verlo ya que habíamos ido hasta allí así que nos unimos a la multitud y nos fuimos aproximando a la entrada.
Finalmente entramos y vimos que la iglesia estaba llena de frescos.
El icono era bastante grande y la gente estaba amontonada frente a el.
Algunos lo besaban y otros eran bendecidos por un cura.
Me recordó a las vacaciones en Chipre algunos años atrás.
Esa vez también habían muchos turistas rusos y el objetivo era ser bendecidos en las iglesias.
Aparentemente se pueden ver otro iconos y algunas ofrendas dentro del monasterio pero no entramos.
Salimos y vimos un cartel que decía «pan cocinado a las brasas».
Había una pastelería pequeña en una esquina y había gente haciendo fila así que nos unimos.
Compramos dos panes ricos que eran similares a bagels.