[ Julio 2019 ] Como la excursión hacia Il d’Orleans, en los suburbios de Quebec, Canadá, no comenzaba hasta la tarde, decidimos visitar la ciudadela por la mañana.
Era un día muy caluroso.
En el Upper Town donde se podía mirar el río, había una rambla que tenía escaleras en su final.
Pensamos que era el ingreso a la ciudadela así que comenzamos a subirlas.
Caminamos y caminamos pero no pudimos ingresar a la ciudadela.
De hecho era un camino que iba al rededor de la ciudadela y al final terminamos en un parque desde el que podíamos ver nuestro hotel.
Por cierto, un festival de música había comenzado el día anterior en Quebec.
El festival se llama ‘Quebec City Summer Festival’ y dura 11 días. Se realiza todos los años en esa época del año y se presentan varias bandas con estilos musicales diversos.
Según nuestros guías las personas pueden disfrutar de conciertos de nivel internacional a un precio razonable.
En ediciones anteriores tocaron Paul McCartney, Rolling Stones y Stevie Wonder.
No habíamos hecho la tarea así que no pudimos ver ninguna banda pero, según el programa, este año tocaba Level42.
Mientras caminábamos nos encontramos con uno de los escenarios así que nos tuvimos que desviar.
Finalmente encontramos la entrada al museo de la ciudadela, pero al mirar la hora nos dimos cuenta que era casi el horario de la excursión así que nos dimos por vencidos.
Esta vez el guía y chofer se llamaba Peter y tenía una actitud amigable.
Explicó la historia de Quebec al comienzo de la excursión mientras manejaba por la ciudad.
El primer europeo que llegó allí fue un francés llamado Jacques Cartier, que estaba buscando el sudeste asiático.
Llegó en 1535 y al principio pensó que se encontraba en el sudeste asiático.
No pudo encontrar ningún diamante u oro, que era lo esperable por el rey de Francia, pero se llevaba bien con los nativos así que se llevó a Francia a dos hijos del jefe de los nativos.
Al rey no le gustó esto así que lo volvió a mandar al nuevo mundo. En ese momento encontró algo brillante en una colina y pensó que era oro, pero no lo era.
Su visita finalizó y luego de mas de 70 años, otro francés llamado Samuel de Champlain comenzó a construir la ciudad en 1608.
Notó que el río Lawrence era angosto en ese punto y había un acantilado, así que pensó que sería un buen lugar para controlar los barcos. Es por eso que decidió establecerse allí.
Nos fuimos alejando de la ciudad mientras escuchábamos la historia y, eventualmente, cruzamos el puente para ir a la isla que era nuestro destino.
Ile d’Orleans estuvo completamente aislada hasta que se construyó el puente en 1935, aparentemente.