[ Feb.2019 ] Durante nuestro tour privado en Lisboa, Portugal, y luego de haber caminado por el pueblo antiguo de Sintra, visitamos un lugar llamado Azenhas do Mar.
El mar que se ve desde allí es el Océano Atlántico.
Las olas rompían con mucha fuerza.
De acuerdo con nuestro guía Jasper, las olas en Nazare, que se ubica a 130 km al norte de donde estábamos, tiene las olas mas grandes del mundo.
De todas formas las olas de Azenhas do Mar son muy poderosas.
Aparentemente, por estas olas, el territorio de Portugal se reduce cada año 2,50 cm aproximadamente.
Desde le lugar donde nos encontrábamos podíamos apreciar la pintoresca vista del mar y el pueblo sobre el acantilado.
Pudimos ver un restaurante bajo este pueblo.
Jasper nos contó que este restaurante fue dañado muchas veces por las fuertes olas y el viento que viene desde el océano. Cada vez que las ventanas o vidrios se rompen, lo cual ha pasado muchas veces, el dueño las repara.
Aparentemente es un restaurante de frutos de mar.
Debe ser lindo comer mirando el océano desde la ventana.
Era la hora del almuerzo así que fuimos a un restaurante tierra adentro llamado Curral dos Caprinos, que fue recomendado por Jasper.
Está ubicado en el pueblo llamado Cabriz, que se encuentra a 12 minutos en auto de Sintra.
El restaurante era bastante grande pero la gente estaba esperando a que se liberaran las mesas.
Lo administra la misma familia desde 1974 y sirven platos portugueses tradicionales.
Como Jasper dijo que la carne de cabra y el pato son muy buenos allí, decidimos pedirnos la carne de cabra asada y la compartimos.
Estaba cocinada son especias, la carne era muy tierna y no tenía mucho olor.
Me gustó mucho pero la porción era tan grande que no la pudimos terminar.
La entrada fue servida sin opciones y eran 4 porciones de comida frita y un poco de queso.
Como el queso venía en un contenedor pequeño tomé un poco para comerlo pero luego ví que las personas que estaban sentadas en la mesa de al lado dieron vuelta el contenedor para que el queso cayera al plato, lo cortaron en porciones pequeñas y le agregaron sal y pimienta.
Los comensales eran locales pero parecía que los turistas también iban.
El mozo que era muy amable hablaba un buen inglés y parecía que estaba acostumbrado a recibir turistas extranjeros.
Preguntamos por el vino de la casa, no tenían pero nos ofrecieron uno de Douro, el norte de Portugal.
El mozo nos contó que el vino de la casa debe ser decantado y dejado por 2 horas antes de estar perfecto para poder ser bebido.
Me encantaría probarlo algún día.
Jasper nos contó que el vino de Portugal es muy bueno y que tienen 200 tipos de uvas diferentes, no obstante el vino portugués no es muy famoso, con excepción del Port.
El vino que probamos estuvo rico.
Las personas de la mesa de al lado, que parecían ser una madre y una hija, se tomaron una botella.
A veces veo mujeres mayores con un gran apetito en el sur Europeo.
El almuerzo costó €64, lo cual es muy razonable.