[ Dic.2016 ] Por la mañana caminamos desde Barichara hasta la aldea de Guane, Colombia, y por la tarde teníamos otro tour.
Esta vez era un tour cultural por Barichara, con la misma guía.
El precio era de 8.000 pesos (Alrededor de 22 libras o 25 euros) para los dos, el cual era muy razonable.
Primero, entramos en la catedral en el centro de la ciudad.
Esta fue construida en el siglo XVIII, pero parecía mucho más nueva, quizás porque estaba muy bien cuidada.
El hermoso azulejo del suelo era de Italia.
En el techo era de bambú como en muchas otras casas residenciales.
Había una estatua de un animal con la cara de una persona nativa.
Esto se debe a que los españoles fomentaron a los lugareños a convertirse al cristianismo y despreciaban a quienes no se convertían.
Después de la catedral, visitamos la escuela cultural llamada Escuela Tierra de Artes.
Allí les enseñan artesanías tradicionales, cocina, música y demás, de forma gratuita.
¡Qué generosos!
Oswaldo hizo un curso de cocina allí, en el pasado, y Viviana, nuestra intérprete, hizo un curso de tejer y otro de cerámica.
Cerca estaban cultivando verdura, y olía fuertemente.
Se dice que plantaban árboles de cítricos alrededor de los cafetos, para que el olor a cítricos se notara en los granos de café.
Tomamos una taza de Macchiato en la cafetería, pero no pude notar el olor a cítricos.
Sin embargo era un Macchiato muy sabroso, no había tomado uno así hace mucho tiempo.
Oswaldo nos explicó que en la tienda anexa en la que venden los productos tradicionales de allí y en el restaurante del interior, recaudaban dinero para dirigir la escuela.
La dueña de la escuela es aparentemente la esposa de un expresidente, así que tal vez consigan algo más de dinero de algún otro sitio.
Había una fábrica de papel hecho a mano en el mismo camino que el de la escuela.
Su largo nombre era La Fundación San Lorenzo de Barichara.
Un trabajador de allí, nos demostró y explicó el proceso de hacer papel usando Fique, que se trataba de la misma planta que vimos durante nuestra caminata matutina, la planta de la banana, también utilizaban otra planta llamada “La Voz de la Suegra”, etc…
Intentamos hacer un poco de papel nosotros mismo, fue divertido.
Pense que era un lugar bastante moderno para tratarse de una ciudad campestre y las cosas que estaban vendiendo en las tiendas eran muy bonitas.
Después de irnos de allí, Oswaldo entró en una tienda local de comestibles, nosotros lo seguimos, sintiéndonos perplejos.
Quería mostrarnos las tabletas de chocolate que vendían.
Nos contó que los granos de chocolate procedentes de allí eran exportados a Bélgica, en el departamento de Santander, así que, el famoso chocolate belga estaba hecho por ellos.
Compramos un par de tabletas para comer durante nuestro viaje, tenían un sabor muy bueno pero era un poco más polvoriento que el chocolate de Bélgica.
Luego visitamos un cementerio y vimos lápidas interesantes.
Vi algunos sombreros tallados en la piedra de la lápida, lo que significaba que la persona que estaba en la tumba lo solía utilizar.
También en otra lápida había autobuses tallados, de un conductor de autobús, un balón para el aficionado al fútbol, y demás.
Esto me recordó a otro cementerio llamado “Merry Cementerio” en Rumanía que visité hace mucho tiempo.
El tiempo pasó rápido y se hizo oscuro.
Fue un día realmente provechoso.