[Marzo 2012] La última vez que fui a Génova,en Italia, era la época más fría y no había mucha gente por allí, pero esta vez el clima era excelente.
Muchas familias disfrutaban del sol en el puerto, pero las personas más notables para mí fuerion los hombres que vendían productos falsificados allí.
No en secreto, sino abiertamente y además había muchísimos.
Son africanos y, a diferencia de aquellos que conoces en el Reino Unido o Francia, son realmente muy oscuros de piel.