[ Ene.2016 ] En el último día de nuestra estancia en Iguazú, nos trasladamos a Brasil.
Uno de nuestros miembros del tour quería montar en helicóptero, así que fuimos al helipuerto.
Cuesta 100 dólares por persona por unos 10 minutos de vuelo.
Y había un tercio de la probabilidad de no poder sentarse en el asiento de la ventana.
Así que no estaba muy entusiasmada, pero cuando nos preguntaron en el último momento si queríamos ir, mi marido respondió «¡Sí!» Alegremente, así que fuimos.
Y mientras yo miraba, ninguno de los dos podía sentarse en la ventana.
Para ser honesto, me sentí como diciendo «¿Me pueden devolver el dinero?», Pero como ya estábamos en él, traté de aprovechar al máximo, se inclinaba de un lado a otro y hice muchas fotos.
Fue un buen día y pudimos ver el arco iris.
Ahora no me arrepiento ya que piudimos ver las Cataratas del Iguazú.