[ Feb.2019 ] Queríamos escuchar fado al menos una vez durante nuestra estadía en Portugal, así que agarramos algunos panfletos del lobby de nuestro hotel en Lisboa.
Habían varias opciones pero el señor de la recepción nos recomendó la casa de fados (restaurante donde pordés escuchar fado) llamada O Faia sin dudarlo.
Así que reservamos una mesa para las 8 de la noche.
Para ir directo al grano, estuvo realmente bueno.
Esa fue nuestra tercer vez escuchando fado pero puedo decir que, sin dudas, fue la mejor.
Antes de que el fado comenzara, tuvimos la cena. Estuvo muy rica.
En el menú decía que la consumisión mínima eran €50 pero considerando que en show estaba incluido, me pareció muy razonable.
Decidimos pedir el menú de dos platos, principal y postre.
Mi marido y yo pedimos cordero como plato principal. Yo pedí el costillar y mi marido cordero lechal.
La forma en la que cocinaron y condimentaron la carne fue perfecta.
El vino, que había sido recomendado por el mozo, estuvo muy bueno también.
La carta de vino estaba dividida por regiones de Portugal.
Al rededor de la hora a la que habíamos terminado nuestros platos principales, 9.30pm, comenzó el show de fado.
De acuerdo con la información que había en el menú, no saben los orígenes exactos del fado.
Algunos dicen que el origen es la música islámica, enfatizando la nostalgia y la melancolía.
Otra teoría dice que viene los trovadores, personas que tocaban canciones medievales, que trataban mayormente de amor, amigos, desdén y maldiciones.
Otra teoría dice que el origen es «Lundum», la música de los esclavos de Brasil, que llegaron a Portugal en rededor del año 1820.
Aparentemente fado es la palabra latina de fé.
Los temas recurrentes en las canciones son el amor y la ciudad pero a menudo la fé es importante en la letra de las canciones.
La tradición es que toquen en la oscuridad, así que el cantante, los guitarristas de guitarra portuguesa y el guitarrista de guitarra criolla aparecieron desde la oscuridad.
La primer cantante femenina cantó 3 o 4 canciones y tenía una voz única.
La segunda mujer tenía una voz áspera, lo cual estuvo bueno.
El tercer cantante fue un hombre con experiencia con un saco bien confeccionado.
Cantó con mucha pasión.
Los tres eran muy buenos pero cuando la cuarta cantante cantó todos nos olvidamos de los primeros tres.
La última cantante fue impresionante.
Tenía una voz muy potente, tanto que quería taparme los oidos.
Su presencia era abrumadora.
Su voz resonaba en los órganos internos de cada uno de los miembros de la audiencia.
Su nombre es Lenita Gentil y tiene 70 años.
Como quedamos tan encantado y sorprendidos, compramos uno de sus CDs y ella nos dió un autógrafo.
Al escuchar el CD, su voz no resonaba por mis órganos así que quiero volver a Lisboa y escucharla en persona otra vez.
En un intervalo entre cantantes, sirvieron el postre.
Mi marido pidió una torta de banana y yo una de merengue, que estuvo mucho mas rica de lo que esperaba.
Luego de la cena y el show les pedimos que nos llamaran un taxi y lo esperamos en la barra.
Ahí se encontraban los primeros tres cantantes que no estaban haciendo nada y no hablaban entre sí, lo cual me dió pena.