El día que nuestro plan salió mal

El día que nuestro plan salió mal

[ Feb.2017 ] Cuando no cogemos un tour de viaje organizado, nuestros planes a veces salen mal.

El sábado cuando fuimos desde Tavira hasta Faro, sur de Portugal, fue uno de esos días.

En primer lugar, por la mañana planeamos visitar el museo de dentro de la Pousada, donde nos alojabamos, ya que nos enteramos de su existencia el día anterior gracias al guía del Tuk – Tuk. Pero el museo no abría hasta por la tarde, cuando también lo hacía el bar del hotel, porque había que entrar al museo a través del bar.

Así que matamos el tiempo caminando por la ciudad de nuevo.

El museo que finalmente vimos, era mucho más pequeño de lo que esperaba.

Era un sitio arqueológico, del cuarto Almohade, del siglo XIII.

El califato Almohade fue el movimiento que comenzó en la actual Marruecos y en el siglo XIII gobernó gran parte de la Península Ibérica.

Aparentemente había 13 casas Almohades hoy en día en Tavira.

Terminamos de ver el museo en un santiamén, y fuimos a la estación de tren a coger el tren dirección Faro, sobre la 1 en punto.

Nuestro plan era dejar las maletas en la taquilla de la plataforma de Faro, tal y como habíamos hecho unos días antes y caminar por el casco antiguo de Faro.

Pero cuando llegamos allí, nos dijeron que las taquillas cerraban a las 3pm los fines de semana, aunque entre semana estaba abiertas hasta las 5pm.

Las 3pm era demasiado pronto para nosotros, así que cogimos un taxi con nuestras maletas, y le preguntamos al conductor si nos podía llevar al restaurante que aparecía en nuestra guia turística.

Entonces tuvimos el tercer revés. El restaurante había cerrado para siempre.

Bueno, nuestra guia turistica había sido publicada en 2009, así que era posible.

Pedimos al conductor que nos recomendase algún restaurante que sirviera marisco y nos llevase allí.

Se llamaba Taverna Modesto y sólo tenían mesas al aire libre.

Obviamente, era un lugar turístico, pero mi lubina a la parrilla estaba sabrosa.

Los calamares que pidió mi marido, eran inusuales, y parecían un plato de acompañamiento.

Vi un cartel que decía que el establecimiento fue inaugurado en el 1 de Junio 1978.

Así que el restaurante que nuestra guía turística recomendaba había cerrado y este estaba sobreviviendo.

Mientras estábamos comiendo el tiempo cambió.

El fuerte viento se levantó y las nubes se extendieron.

No nos sentíamos lo suficientemente vigorosos, como para caminar por las calles adoquinadas del casco antiguo con nuestra maleta, así que pedimos un taxi y fuimos al hotel que habíamos reservado para aquella noche.