[ Ene.2016 ] En la última noche en Paraty, Brasil, fuimos a un restaurante llamado Bartholomeu porque nos pareció encantador.
Las mesas del bonito jardín ya estaban abarrotadas, pero las amplias mesas interiores estaban casi vacías.
Así que cogimos una mesa y pedimos un plato de carne.
Las bebidas las servían rápido, pero para la comida tuvimos que esperar muchísimo rato.
Mientras estábamos esperando, más y más gente entró y la mayoría de las mesas fueron ocupadas.
Así que el personal tomó más y más órdenes, pero nono estaban sirviendo ninguna comida.
Algunos de los clientes se rindieron y se fueron y todos los demás se irritaron.
Pero la comida que tras una larguísima espera nos sirvieron, estaba muy rica.
Puieron algo encima de la carne (no sé qué era) daba un sabor estupendo a la carne en general, estaba deliciosa.
Pensamos que valía la pena esperar.
De hecho, no sólo allí, sino desde que llegamos a esta ciudad, nos pareció que el servicio de cada restaurante era lento, así que creo que es un tipo de cultura.
Esta ciudad es un destino turístico, y los clientes no comen apresuradamente para ponerse irse rápidamente al trabajo.
Debemos seguir «Donde fueres, haz lo que vieres» y disfrutar de la cultura diferente.