[ Dic.2019 ] Estábamos planeando en ver un ballet y una opera en París y también visitar a nuestros amigos en Fontainebleau, Francia.
Pero todo eso se canceló.
Y eso fue porque iban a hacer una gran manifestación en toda Francia.
Habíamos visto en las noticias que iba a haber una manifestación pero l´Opera no anunció que iba a cancelar la función hasta unos minutos antes del comienzo de la misma.
También redujeron la cantidad de Eurostar, trenes de alta velocidad internacionales, pero nuestro tren operaba normalmente así que decidimos realizar el viaje de todas formas.
Nuestro viaje estuvo perfecto hasta que llegamos a Gare du Nord en Paris, ningún metro partía desde allí.
Así que no tuvimos otra alternativa que hacer la larga fila para tomar un taxi.
Hay taxis mas grandes y otros mas pequeños y dependiendo de la cantidad de personas podés tomarte uno o el otro, así que aunque era nuestro turno en la fila, tuvimos que esperar un poco mas a que llegara el tamaño correcto de taxi.
Luego de 50 minutos de espera nos subimos al taxi, la conductora era una mujer amable.
Teníamos planeado ir al hotel primero para dejar nuestro equipaje pero para ese momento no teníamos tiempo de hacerlo así que le pedimos que nos lleve directo al restaurante que habíamos reservado.
El embotellamiento era increíble y la taxista repetía «Está solo a 3km».
Cuando le dijimos que habíamos tenido unas vacaciones desastrosas el año pasado en París por los disturbios de los chalecos amarillos nos dijo «Vive la France» con un suspiro.
Según ella era el 8vo día del paro general y «El gobierno realizó una nueva propuesta pero el sindicato la rechazó».
Las escuelas también estaban cerradas y no dijo «Desde el lunes no vamos a tener electricidad».
Finalmente llegamos al restaurante que se encuentra al borde del distrito Le Marais y se llama L´Ange20.
Era un restaurante casual con muchas mesas en un espacio limitado.
Yo pedí pato y mi marido un estofado de carne.
Las porciones eran generosas y ambos platos estuvieron ricos.
De postre me pedí un creme blulee con pistachio que fue mas suave de lo común y me gustó.
Mi marido pidió una torta de manzana.
En cuanto al vino, pedimos el de la casa.
Era solo el vino de la casa pero el sabor era muy rico, nos gustó mucho.
Todo nos salió €79 (£67, $87), lo que nos pareció muy razonable. El menú tenía la traducción en inglés y la moza era muy cálida lo que nos hizo sentir muy a gusto.
Nos dijimos que debíamos recordar el nombre del restaurante para volver.