[Junio, 2010] Me invitaron a una boda en Italia.
Había imaginado una ceremonia muy vistosa, pero era muy refinada y elegante.
La pequeña iglesia de piedra, aparentemente fue fundada en 1100.
La ropa de la gente no era muy extravagante tampoco.
Sólo me di cuenta de que la preparación de los jóvenes debía haber costado horas.