[ Noviembre.2017 ] En Guardiagrele en Abruzzo, en el centro de Italia, había dos Nicolás históricamente famosos.
Uno es Nicola da Guardiagrele, que era orfebre y escultor.
Su apellido significa ‘de Guardiagrele’, entonces me pregunto si es que no tenía su propio apellido…¿?
Con el famoso Da Vinci pasa lo mismo, ¿No es así? ¿Tal vez nadie tenía apellidos en esos tiempos?
De todos modos, Nicola nació allí a finales del siglo XIV y murió allí en 1462, fue tan grande como Miguel Ángel o Da Vinci en el mundo de la metalistería.
Dejó muchas obras como custodias y antependencias en las iglesias de esta región.
La escultura en el frente de la iglesia de Santa Maria Maggiore, que es la iglesia principal de Guardiagrele, es una de sus obras, pero la que podemos ver ahora es una copia.
El real se guarda en un museo.
Según el historiador local, Lucio, quien nos guió, Nicola no solo era un gran artista, sino que también tenía un gran poder político.
Y debido a él, esta ciudad se desarrolló y se hizo famosa como el centro de trabajo de metales la región.
El segundo Nicola era un santo que vivió en el siglo X y lo llamaban ‘San Nicola Greco’.
Su reliquia está en la iglesia de San Francesco D’Assisi.
Así que fuimos a esta iglesia.
En el pasado, esta reliquia estaba en una caja y se colocaba en la mesa del altar para que la gente pudiera tocarla a través de la pequeña ventana en la parte inferior de la mesa.
Pero ahora, está dentro del ataúd que está detrás del altar.
La gente allí cerebra su memoria todos los años en mayo.
Lucio, quien nos explicó todas estas cosas interesantes, aparentemente descubrió una firma original de Nicola, el orfebre, cuando él y su joven amigo investigaron algunos documentos antiguos.
Además, ha publicado una novela basada en el hecho de que algunas monedas antiguas se encontraron en una tumba muy antigua allí, las cuales no eran de esta región.
La novela aparentemente revela de dónde y cómo llegaron estas monedas hasta esta zona, lo que suena interesante.
Gracias a él, aprendimos mucho sobre esta ciudad y pasamos un buen rato.
Esta vez, visitamos solo dos iglesias, Santa Maria Maggiore y San Francesco, pero la ciudad en sí parecía encantadora, así que en el futuro, si es posible, nos gustaría regresar y caminar por la ciudad, preferiblemente en la temporada cuando el día es más largo.