[ Ene.2015 ] Después de la comida en Hoi An en Vietnam, tuvimos otro rato de tiempo libre, así que bajamos al río.
Allí, algunas mujeres de mediana edad, perfectas vestidas con un sombrero cónico y bastón con frutas coloridas estaban esperando.
Pensé que estaban tratando de vender las frutas, pero no.
Una mujer se acercó a mí, ya que era una presa deseable, y me obligó a sostener su bastón y dejar que mi marido me hiciese una foto, seguidamente me pidió algo de dinero.
Éste era su negocio.
No sabíamos muy bien el valor de la moneda, y le dimos 20000 dong (unos 60 peniques, o 82 céntimos).
Claramente ella no estaba feliz, pero en ese momento otros turistas vinieron allí y su interés se movió hacia ellos, así que pudimos salir del apuro.
Desde entonces, nos encontramos con muchas mujeres como ella al rededor de la ciudad, pero con una foto era más que suficiente para nosotros, así que nos negamos una y otra vez.