[Julio de 2021] Sabíamos que ese domingo iba a ser un día soleado, así que decidimos pasar el día a algún lugar junto al mar y elegimos Margate, en el sureste de Inglaterra, porqué no habíamos estado antes.
Nos preparamos para esta pequeña excursión reservando un tren, un restaurante, etc. y nos levantamos temprano, pero al final esta excursión fue un fracaso.
La estación Victoria en Londres era bastante tranquila, y pudimos tranquilamente subir al tren que ya estaba en el andén, pero enseguida empezó a subir muchísima gente y se llenó por completo.
Como ya las restricciones de Covid ya se habían quitado, no había ninguna regla de distanciamiento social.
Además, había muchas familias, y hablaban y hablaban entre ellos sin máscara.
Parecía que habían más inmigrantes (incluyéndonos a nosotros) que los británicos en el tren, y durante el viaje escuché muchos idiomas.
En particular, parecía que había muchos brasileños entre los pasajeros.
Está tan agotado que la gente se sentaba en los pasillos, una situación que solo he visto en Japón en el pasado.
Mi esposo dijo: «Si no contraemos el Covid hoy, sabemos que la vacuna ha funcionado«.
Después de este viaje, no obtuvimos Covid, por lo que parece que la vacuna estaba funcionando.
Después de pasar Whitstable, donde estuvimos el año pasado, llegamos a Margate después de un viaje en tren de 1 hora y 45 minutos.
Se decía que Margate era un «centro turístico histórico de alto nivel» cuando mi esposo buscó en línea, pero para ser honesto, yo tenía la imagen de una «ciudad costera anticuada y de bajo nivel» y tenía razón.
Justo fuera de la estación, había una playa de arena bastante grande, algo que raramente se ve en el Reino Unido.
El agua parecía poco profunda, lo que es ideal para familias con niños.
Por eso estaba tan abarrotado.
Las calles que daban al mar estaban llenas de las habituales salas de juegos y tiendas de souvenirs baratos, y gente semidesnuda caminaba por los alrededores.
Nosotros no teníamos intención de bañarnos en el mar, solo queríamos sentir la brisa del mar, así que nos dirigimos hacia el casco antiguo sin salir a la playa.
Teníamos una reserva para un restaurante al mediodía, así que disfrutamos paseando por la ciudad hasta entonces.
El casco antiguo era el típico de los pueblos de Inglaterra, y ciertamente parecía un «centro turístico histórico».
Aparentemente, Margate se conocía como un balneario desde el siglo XVIII, y fue un importante centro turístico en Inglaterra durante al menos 250 años, hasta que bajó en la segunda mitad del siglo XX.
Vimos un edificio donde se alojó Karl Marx en 1866.
la placa de Karl Marx
Marx se quedó aquí para curar su enfermedad de la piel y fue tratado en un hospital llamado Royal Sea Bathing Hospital.
Se dice que este hospital utilizaba los baños de sol y mar como parte de su tratamiento, que marcó época en ese momento.
Ahora era el momento de mudarnos al restaurante.
