[ Ago.2016 ] Cuando llegamos Gdansk, Polonia, nos encontramos con que se estaba celebrando la feria de Santo Domingo.
Nos sorprendió ver tanta gente en la ciudad ya que desconocíamos la existencia de dicha feria.
Aparentemente, esta se trata de uno de los tres mayores mercados al aire libre en Europa (los otros dos son el Mercado de Navidad, y Oktoberfest en Munich).
Yo no sabía aquello en absoluto.
Nuestro principal objetivo de visitar Gdansk era para enseñarle las numerosas tiendas de ámbar a mi madre, que es un amante del ámbar de primera clase, pero como estaba la feria nos quedamos por allí y decidimos echar un vistazo alrededor del mercado.
Había muchos tipos de puestos, desde alimentos hasta artesanías.
Al parecer había tantos como 1000 puestos en toda la ciudad.
Era como un sueño.
Un problema para nosotros fue, que sin embargo, en la mayoría de estos puestos sólo aceptaban dinero en efectivo.
Nuestro dinero en efectivo era limitado, así que no me hizo mucha gracia, la verdad.
En la calle peatonal donde estaba situado nuestro hotel, había muchos artistas callejeros.
Justo frente a la entrada al hotel, había un hombre que al parecer era bastante popular por que escribir los nombres de la gente en japonés.
Él estaba cobrando 5 Zlotys ( alrededor de 1 libra o 1,15€) por el nombre escrito con pincel.
No pudimos distinguir que tipo de persona era.
También, pudimos observar una muchacha rubia bonita que tocaba la flauta.
Me sentí un poco triste por ella porque pensé que quizás sus padres estaban ganando dinero a su costa.
Leí que esta feria tiene una historia.
Comenzó oficialmente por un decreto del Papa en 1260.
Hacían esta feria cada año, aparte de los 33 años de parón dados durante y después de la Segunda Guerra Mundial, pero se reanudó en 1972.
Tiene una duración de de 3 semanas a partir de finales de Julio y un promedio diario de 70000 personas la visitan.
Porque estábamos con mi madre,que ya es una persona mayor, no podíamos mirar por todas partes.
Algún día volveré allí con un montón de dinero.