[ Nov.2018 ] Un fin de semana de otoño decidimos ir a un pueblo antiguo llamado Lincoln, en el medio de Inglaterra.
Primero tomamos un tren lleno de gente desde Kings Cross, Londres, hasta Peterborough. Nos llevó al rededor de 50 minutos llegar.
Mientras estábamos esperando la conexión y comiendo algunos snaks, noté un tren con un solo vagón que decía «Lincoln».
Yo pensé que no era el que debíamos tomarnos pero le pregunté a un empleado y dijo que era ese.
Estaba sorprendida.
Si bien Lincoln esta lejos de la línea principal es, dentro de todo, una ciudad bastante famosa y conocida como un destino turístico. ¿No?
Tuvimos un viaje lento en este tren de un solo vagón, nos tomó una hora y media llegar a Lincoln.
Desde la estación de tren decidimos caminar hasta el hotel porque vimos mucha gente esperando taxis.
No muy lejos de la estación, se encuentra la calle principal.
Era sábado por la tarde y esta calle estaba llena de gente. Probablemente muchas de esas personas venían de pueblos aledaños.
Los negocios de esta calle eran de las cadenas que se ven por toda Inglaterra.
Era un pueblo de gente común.
El hotel en el que nos quedábamos se encontraba la final de esta calle así que seguimos caminando hasta que se transformó en una pendiente ascendente.
En el punto en el que la calle se hacía mas angosta, empinada y pasó a tener empedrado, la atmósfera cambió por completo.
Pasó de ser un lugar normal y lleno de gente a una pequeño, histórico y acogedor pueblo.
Los negocios y cafés en este lugar eran atendidos por sus mismos dueños.
Cuando miré en nombre de la calle decía «Colina Empinada». Sí, era muy empinada.
Nuestro hotel parecía estar en la sima de la colina.
En el camio nos encontramos con la oficina de informes y compramos una guía por £5, ya que no habíamos buscada nada de antemano y lo único que sabía es que había una catedral y un castillo enfrentados.
Finalmente llegamos a nuestro hotel llamado Duke William y nos dimos cuenta que era un pub.
Era un hotel inglés muy tradicional con las habitaciones sobre el pub.
Estaba muy bien decorado.
Nuestra habitación, la 4, no era grande pero tenía una linda decoración y un baño amplio.
Luego miré el plano del hotel y me enteré que habían 9 habitaciones. Si bien la mas grande era la 1, el baño mas grande era el nuestro.
El edificio fue construido en el siglo 17.
Según el cartel afuera del pub, Duke William, el nombre del hotel, significa Prince William, el duque de Cumberland.
Fue un duque del siglo 18, tan brutal que lo apodaron «el carnicero».
El cartel decía «No te lo querés encontrar en un pub».
Nunca pude saber si él se había hospedado en este hotel o no.
Luego de caminar un poco por el pueblo volvimos al pub y tomamos una copa de Prosecco.
Por ahí porque era sábado a la tardecita llegaba mas y mas gente al pub hasta que se llenó.
Era gente joven.
No solo en el pub, sino también en Lincoln, prácticamente no vimos turistas extranjeros.