[ Mar.2017 ]Cuando le dije a mi marido: «¿Vamos a Winchester?», La ciudad que está situada al sur de Inglaterra, él comenzó a cantar una canción.
No conocía esa canción, pero aparentemente se llama «Catedral de Winchester» y la cantaba un grupo británico llamado The New Vandeville Band en 1966.
La canción al parecer trata de un joven que tuvo un desamor con una prostituta, la canción llegó a estar en primer lugar en las listas de venta americanas y en el cuarto lugar de las brtánicas.
Así que fuimos a la Catedral de Winchester, que es la catedral más larga de Europa.
Empezaron a construirla en 1079.
Después de la famosa conquista normanda en 1066, Guillermo el Conquistador nombró a un obispo normando para construirla.
El edificio actual no fue construido de una sóla vez, muchas modificaciones y renovaciones se hicieron durante la larga historia y cada que vez lo hicieron era en los estilos arquitectónicos del período en el que se encontraban, por lo que esta catedral tiene muchos estilos diferentes.
Entre otras cosas, la parte del extremo este del edificio que fue construida en el siglo XIII tuvo que ser reforzada porque llegó a ser peligroso caminar por allí alrededor de 1900 ya que comenzaba a inclinarse
Debido a que muchas partes de Winchester era tierra reclamada por los romanos, el terreno era pantanoso.
Una vez cavaron un poco, y una gran cantidad de agua salió a flote, así que tuvideron que utilizar un buzo para resolver el problema.
Un buzo llamado William Walker, trabajó bajo los cimientos en agua turbia y oscura, para quitar las viejas maderas podridas y remplazarlas por sacos de cemento.
Y el trabajo duró como 5 años.
Esta parte de la catedral todavía está inclinada y cuando estábamos allí, me sentí un poco rara, pero ya no hay peligro, gracias a él.
Había expuesto un traje de buceo.
El precio de la entrada a la catedral era £ 7,95, no era barato, pero cuando miré el billete, este decía que era válido por 12 meses.
La hora de cierre fue a las 5 de la tarde y no tuvimos tiempo suficiente tiempo para verlo todo, sobre todo me dió pena no ver la cripta con la escultura de Antony Gormley.
Hemos visto muchas de sus obras en el norte de Inglaterra y en la Toscana, Italia.
Así que tendremos que volver a ir antes de que pase un año con nuestros tickets, pero recuerdo que lo mismo nos ocurrió con el Castillo de Windsor y nunca volvimos allí dentro del límite de tiempo.